29 de marzo de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Dos años tras las rejas sin sentencia, reclamamos su inmediata libertad

Por María Elena Naddeo- Presidenta de la Comisión Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud de la Legislatura porteña

Las hermanas Aylen y Marina Jara fueron detenidas en febrero de 2011i después de un complicado incidente en el cual – según su testimonio y el de otras personas allegadas -lesionaron a un hombre al defenderse frente a un ataque nocturno y callejero. El hombre portaba un arma y disparó sobre las chicas. Curiosamente el arma no apareció en la escena ni tampoco fueron  tomadas  las pruebas necesarias para detectar rastros de pólvora.Llanto-Ailen-Marina-Mercedes-TELAM_CLAIMA20130327_0050_14

Según pudimos conocer al conversar con gente de Moreno, el acosador de las chicas es un tipo conocido en la zona por sus contactos con la Policía local y tendría varias causas penales en su haber. Conjeturamos que sus vínculos con la fuerzas de seguridad, le habrían permitido construir una historia que rápidamente se instaló en sede judicial, convirtiéndose de agresor en víctima de un supuesto intento de homicidio.

Las chicas Jara, de 20 y 21 años de edad, insisten en su inocencia. Sin antecedentes, viven la peor pesadilla: sufrir la situación de encierro agraviante y humillante por un “crimen” que –aseguran vehementemente- no cometieron.

El acosador recibió algunas lesiones, hay pericias que hablan de lesiones leves, otras de lesiones graves. Nunca perdió el conocimiento, según nos relatan,  y se repuso rápidamente. Nos llama poderosamente la atención que la justicia retenga en la cárcel a dos jóvenes por una imputación de lesiones que no tiene víctimas fatales.

Esta historia refuta por si misma la cantinela reaccionaria de que en el sistema judicial “los detenidos  ingresan por una puerta y salen por la otra.” En este caso, dos chicas jóvenes, las hermanas Jara,  ya están pagando una condena de dos años de cárcel por un delito del que se sienten totalmente ajenas.

La salud de ambas se ha resentido por múltiples razones, tanto física como psíquicamente. Esperan en la cárcel de Los Hornos, unidad 8,  un desenlace favorable en el Tribunal de Mercedes. Cuentan en esta etapa con la solidaria y comprometida actuación de respaldo de la Comisión local por la libertad de Marina y Aylen.

En el desarrollo del juicio oral siguiendo las alternativas y las intervenciones observamos críticamente que numerosos funcionarios del poder judicial carecen de los más elementales conceptos relativos a la violencia de género, pasando por alto las múltiples denuncias que las hermanas formulan contra quien fuera en realidad su acosador hoy convertido en la victima.

A pesar de todos los avances en materia de derechos humanos, todavía el sistema punitivo se reproduce a si mismo, descargando su crudeza sobre los más vulnerables, los más humildes, en este caso, adolescentes y jóvenes mujeres de los barrios populares.

Redoblamos nuestra solidaridad con las hermanas Jara, y esperamos con toda convicción que termine esta pesadilla, que recuperen prontamente su LIBERTAD.

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