29 de marzo de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

La IV Revolución Industrial; Davos y el TPP – Por Federico Addisi*

Dice el eminente escritor Clive Lewis en su breve libro “La abolición del hombre”: “La conquista de la naturaleza por el hombre es una expresión que a menudo se usa para describir el progreso de la ciencia aplicada (…) esa última etapa de la conquista quizá no está lejos. La última etapa llegará cuando el hombre, mediante la eugenesia, el condicionamiento prenatal y una educación y propaganda basadas en una psicología aplicada perfecta, haya alcanzado pleno control de sí mismo. La naturaleza humana será la última parte de la Naturaleza que se rinda al hombre”.
Este afán desdemedido y la convicción ciega del “progreso indefinido” está presente en las oligarquías plutocráticas transnacionales. Bajo el nombre de la IV Revolución Industrial, o la Revolución sin corazón, buscan reemplazar al hombre por complejos sistemas de robótica, relegando a los humanos a ser simples parias desocupados. La idea estuvo presente en el último Foro de Davos al que asistió nuestro presidente. Y es parte de los artículos que conforman el TPP, aunque antes tengan que recurrir a herramientas como una nueva “flexibilización laboral”.
La pregunta que asoma es: ¿Cómo conciliar? La esperanza nos alimenta el alma. Pero bien dice el dicho, que el que espera, desespera. ¿y qué es la desesperanza sino la falta de la primera? Y es sabido que la desesperanza conduce a la desesperación. Y ésta a la angustia. Y por definición, la angustia es ansiedad. Y vuelve a comenzar el círculo. Y no precisamente virtuoso. ¿Conciliar? Más bien, ¿Cómo romper? Las cuatro «V» del mundo post moderno en nada ayudan a la introspección. Velocidad, voracidad, vértigo y virtualidad. Vivimos conectados. On-line. ¿Conectados a qué? A la matrix. Y los efectos en el alma y en la psiquis son devastadores. Millones de hombres y mujeres que no pertenecen a la generación 2.0 sufren los cambios sin llegar a adaptarse mentalmente a los mismos. Lo cual genera una sensación de estar «fuera de la red». Y si estoy fuera, no tengo pertenencia. Por lo tanto estoy sólo. En un mundo que no comprendo ni me comprende. El hombre está alienado. ¿Hay conciencia de ello? Creo que no. Salvo en una minoría lúcida y doliente, que aún toma sus tiempos para la contemplación. Y a esta altura uno comienza a pensar si no sería mejor que las propias máquinas tomen «vida». Y vengan por nosotros. Poniendo en riesgo la supervivencia humana…¿o no está en riesgo ya? Tal vez, la fantasía de Terminator no sea tal y la lucha entre la vida trascendente, teocéntrica y humana; contra la artificialidad del mundo tecnológico, de la era tecnotrónica, inmanente y materialista; este por llegar.
Y es como sostiene Jeremy Rifkin: “En la actualidad, por primera vez, el trabajo humano está siendo paulatina y sistemáticamente eliminado del proceso de producción. En menos de un siglo, el trabajo masivo en los sectores de consumo quedará probablemente muy reducido en casi todas las naciones industrializadas. Una nueva generación de sofisticadas tecnologías de las comunicaciones y de la información irrumpen en una amplia variedad de puestos de trabajo. Las máquinas inteligentes están sustituyendo, poco a poco, a los seres humanos en todo tipo de tareas, forzando a millones de trabajadores de producción y de administración a formar parte del mundo de los desempleados, o peor aún, a vivir en la miseria”.

(*) Historiador revisionista. Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad del  Salvador. Además es Diplomado en Antropología Cristiana (FASTA) y en Relaciones  Internacionales (UAI). Publicó “San Martín, Rosas, Perón. Un homenaje a Fermín  Chávez” (2008); “Estévez. Vida de un Cruzado” (2009); “Raúl Scalabrini Ortíz. Sus libros  y sus enseñanzas” (2009); “Aportes al Bicentenario” (2011); “Historia de la Revista del  Instituto Juan Manuel de Rosas” (2013). Es columnista en “Noticias del Congreso  Nacional”. Como historiador, pensador y periodista siempre se manifestó estrechamente vinculado al Pensamiento Nacional y a la Doctrina Nacional del Justicialismo. Actualmente es el Director de Cultura de la Fundación Rucci de la Confederación General del Trabajo.

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