19 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

15 Tesis sobre la cuarentena, por Pablo Anzaldi

“Estamos en el ciclo de los nervios
el músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
Más no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
reside en la cabeza”
Vicente Huidobro (“Arte Poética”)

 

1) La pandemia de Covid -19 es instrumentada mediante una maniobra estratégica a escala mundial que, mediante la generación controlada por el “gran miedo”( “Grande Peur”) como el que precedió a la Revolución Francesa, está orientada a modificar la estructura de poder global, los métodos de organización del trabajo y las condiciones sociales y culturales en la que se forman los pueblos y las personas.

2) La era de la hegemonía imperialista francesa fue consecuencia de una serie de guerras como la de treinta años( 1618-1648); la hegemonía imperialista británica se anuncia en paralelo a la etapa francesa, se consolida en grandes saltos con la Paz de Utrech ( 1713), y se remata con la batalla de Trafalgar y la derrota de Napoleón; la era imperialista estadounidense se anuncia en la Primera Guerra Mundial y se consolida con la Carta del Atlántico y la victoria aliada en la Segunda Guerra- contrapesada por el imperio soviético- y tiene su cenit con la caída de la URSS y del campo socialista. Lo que habíase anunciado como un “nuevo siglo americano” sufrió golpes fundamentales con el ataque masivo a las torres gemelas y el pentágono, con las derrotas en Irak y Afganistán y el retiro geoestratégico de la guerra en Siria( que no es sólo guerra civil, sino regional y mundial).
En nuestro presente histórico, la era del hegemón chino se anuncia con la pandemia de Covid 19 y el gran miedo de la cuarentena mundial promocionada por el progresismo global.

3) Cada potencia imperialista proyecta y utiliza estratégicamente en todo o en parte su sistema de valores. Decir que lo hace estratégicamente significa que gestiona inteligentemente el poder y no lo hace fuera de aquello que a sus fuerzas favorece (la ingenuidad se transmite mediante los aparatos ideológicos y las “quintas columnas” en el interior del dispositivo enemigo). Por ejemplo, el dominio inglés promovió el librecambio (de los países que podía arrasar en la competencia luego de consolidar su propia industria, como demostró List); el dominio estadounidense promovió “la libertad económica, la democracia y los derechos humanos”; todo indica que el naciente dominio chino traslada al sistema mundial una combinación concreta de concentración capitalista y método bolchevique de dominación basado en el miedo.

4) Con el liderazgo de Xi Jinping y la elevación del rango de su pensamiento a la categoría del pensamiento Mao, es decir, doctrina de estado confuciano, el régimen chino dejó de ser una oligarquía- aristocracia y volvió a ser una monarquía. El Partido Comunista Chino ha generado un bloque histórico globalista objetivo integrado por la socialdemocracia, los partidos marxistas y de “izquierda”, los comunicadores sociales y los “mass media”, los organismos multilaterales y trasnacionales( OMS, Unicef, Amnesty International, etc. ), la Iglesia Católica bajo la férula de Bergoglio y los voceros y líderes de las grandes compañías de “las tecnologías de la información”, los ya conocidos Bill Gates y George Soros, principalmente, que financian miles de ONGs que operan como “aparatos ideológicos” paraestatales. Lo denominamos bloque histórico en el sentido de Gramsci, globalista por su alcance y contenido, y objetivo porque no se trata de un frente formal sino de una conjunción de fuerzas envueltas en la estrategia china. Como Disandro y Perón enseñaron, el plan nace de la conjunción de fuerzas, no de la conspiración de un círculo secreto.

5) El bloque histórico globalista tiene una conducción estratégica que, como recomendaba Mao Tse Tung, “nada en el mar de la estrategia con la cabeza afuera”. Esto significa que Xi Jinping profundiza la estrategia nacionalista y hegemonista de China mientras promueve el liberalismo y es objetivamente favorecido por la contracultura dominante en los países occidentales (como hizo Inglaterra en el Siglo XIX con la misma China, a través del tráfico de opio). El bloque histórico globalista tiene un doble rasero: es nacionalista en su conducción china- en una simbiosis entre tradicionalismo confuciano, terror rojo y desarrollo científico tecnológico industrial- , y progresista y liberal en sus alianzas internacionales, a los efectos de controlar las estructuras materiales y disolver las bases metafísicas de los países que busca dominar.

6) Entendiéndose a sí misma como “tierra media” o “centro del mundo”, China pone en movimiento la rueda con múltiples rayos convergentes a su estrategia, muchos de ellos generados a partir de la decadencia misma de Occidente.

7) China busca, como todo imperialismo, conquistar el monopolio del comercio exterior de los países productores de materias primas, consolidarse como primer inversor y contralor de la infraestructura global (las denominadas “nuevas rutas de la Seda”), y afianzar su alianza asimétrica de dominación política tanto sobre la izquierda marxista como sobre la derecha liberal, aquélla seducida por la orfandad histórico- espiritual del marxismo, ésta última por la declinación de los Estados Unidos.

8) Sin disparar un tiro, China se anotó dos triunfos estratégicos en el año 2020. Aún si alguno considerase que se trató de fortuna y no de virtú, la objetividad de las victorias se impone por sí misma. En materia económica, China fue la única superpotencia que evitó la caída económica global y generalizó el pronóstico acerca de que su economía superará a la economía de los Estados Unidos en 2028, 5 años antes de lo previsto. ¿Qué duda cabe que el Covid-19 aceleró esa dinámica? Y, por supuesto, la derrota de Trump implica objetivamente un triunfo político chino. ¿Qué duda cabe que sin el Covid-19 la victoria de Biden no hubiera sido posible y sin ella tampoco las denuncias de fraude y la impresionante toma del Capitolio? El contraste entre las celebraciones de fin de año de muchedumbres chinas en Wuhan y la psicosis occidental martillada por consignas globales como “distanciamiento social”, “quédate en casa”, “segunda ola de Covid”, “usa barbijo”, etc., muestra la diferencia de comportamiento entre el dominante y el dominado.

9) En nuestra situación histórico- espiritual, cuando la ofensiva contracultural destierra de la centralidad de las culturas a la proto-figura del héroe clásico y sus manifestaciones singulares en cada país; cuando los sistemas educativos y los aparatos ideológicos de los Estados Nacionales se empeñan en “deconstruir” y esmerilar a las grandes personalidades que los fundaron y defendieron; el vacío cultural se llena con el nihilismo contracultural, el culto a los derechos humanos, el ecologismo radicalizado, el feminismo fanático, el indigenismo, el animalismo, el poshumanismo y todas las variantes que ablandan y debilitan la moral nacional. En una situación así, las sociedades occidentales reaccionan en pánico ante una amenaza, aún una tan manejable como la del covid-19.

10) En el nuevo esquema mundial, China se proyecta a sí misma como la superpotencia tecnológica- industrial reservando para el resto de los países una economía extractivista y de servicios. Por cierto, los niveles de automatización del trabajo en ciertos sectores de la economía hacen pensar en el surgimiento de un modo de producción pos capitalista- que prescinde del trabajo – y que se desarrolla y combina junto al capitalismo tradicional. Todo el sentido de las consignas “quédate en casa”, “trabajo desde el domicilio”, “distanciamiento social”, “conversatorio”, etc. se explica en función de una reingeniería de los métodos de trabajo que es también, como lo fuera el industrialismo antaño, un nuevo modo de vivir. La combinación entre la estrategia china y la estrategia de las grandes empresas tecnológicas -que en el año 2020 dieron un salto cualitativo en su inoculación en la vida económica y social- motoriza la estrategia de demolición del sentido del ser: esterilidad masiva, aborto libre, homosexualismo, destrucción de la familia, ataque a la memoria de los mayores( histeria por el “patriarcado”), destrucción del vínculo docente- alumno, destrucción del lenguaje, diversidades constructivas de géneros en lugar de sexos por naturaleza, nacionalismos fragmentarios, lucha de la mujer contra el varón, “sexo virtual”, “espectáculos virtuales”, “netflix” , etc. Toda la caterva de prejuicios y censuras que levanta la izquierda, las ONGS, la Iglesia Católica de Bergoglio, etc. , no ocurren por fortuna ni porque si. Por el contrario, es evidente que se trata de un plan de demolición del sentido del ser que acompaña a la revolución tecnológica. Como decía Mc Luhan, “el medio es el mensaje”. Quieren una pantalla por persona porque la ofensiva es contra el sentido del ser humano, contra la libertad. Vistas las cosas desde la América Románica, lo que Carl Schmitt presentara como criterio de lo político, esto es, la distinción amigo- enemigo, que extrae su fuerza de diversas fuentes (religiosa, moral- humanitaria. económica, etc.) desplegando históricamente ciclos de politización y neutralización de esferas; con ese criterio instrumental, hoy podemos sugerir que la fuente principal de la que extrae su fuerza la vida política es la enemistad entre tradición y disolución. En el lenguaje al uso, entre identitarios y globalistas, o nacionalismos y globalismo. El problema del modelo económico que entrañe cada cual- hay nacionalistas económicamente liberales y los hay proteccionistas- es una cuestión que dificulta la conformación de un bloque histórico objetivo de los nacionalismos a escala mundial. Por otra parte, el tradicionalismo no carece de dificultades para fundamentar una política: hay tradicionalismos católicos y paganos, hay sostenedores de la tradición primordial en la línea de René Guenon, hay evolianos que afirman la tradición como un prototipo, hay hispanistas sin España, hay tradicionalistas orientalizantes, etc. En el caso del tradicionalismo católico, más influyente en América Románica, se encuentra en una guerra de frente invertido, enfrentado no sólo a las fuerzas disolventes de afuera sino también al globalista pro chino Bergoglio (en un credo que considera que el Papa es elegido con la intervención del Espíritu Santo una elección de esa calaña implica un desequilibrio espiritual y teológico de difícil manejo). También metafísicamente la idea misma de tradición tiene problemas: si es un tradere, una entrega o transmisión intergeneracional o si es una selección y actualización de un sistema de posibilidades históricas operado desde el presente y proyectado al futuro. En cualquier caso, sólo una reelaboración política de sus principios- ya que no de aspectos conexos- puede evitar que se trate de un romanticismo subjetivo jugado fuera de la eficacia histórica.

11) Las fuerzas de resistencia son fuertes pero elementales en el sentido que no alcanzan a configurar un bloque histórico objetivo. Sugerimos que para entender a cada actor estratégico hay que sopesar las correlaciones de fuerzas y el sistema de alianzas como opciones estratégicas, aún por encima de la ideología. Por supuesto que eso implica el riesgo de que el aliado termine destruyendo y desnaturalizando el objetivo. Sólo la realidad tiene la última palabra. La alianza de Trump con Netanyahu significó un opacamiento de la cuestión palestina y una presión y bloqueo sobre Irán (aliado de China a su vez), pero acaso esa alianza- con un aliado que se cuenta entre los primeros en abandonarlo cuando Biden se proclamó ganador- es la cuota que paga el que hace estrategia: para luchar contra un gran poder hay veces en que hay que apoyarse en otro gran poder. El caso de Bolsonaro es similar: buen comunicador, medianía política e intelectual.

12) En este punto, bástenos subrayar la importancia de distinguir entre las opciones estratégicas y los principios, sobre la comprensión que los principios operan siempre en situación concreta. Ideológicamente, la formación política identitaria supone la investigación y cosecha de los principios generales en la historia concreta de las naciones. Estratégicamente, las formaciones nacionales se favorecen al operar en las líneas y los espacios abiertos por las contradicciones entre las grandes potencias.
13) En este sentido, interesa puntualizar que el nacionalismo tiene límites bien precisos marcados por Heidegger en “Carta sobre el Humanismo” y por Horia Sima en “Destino del Nacionalismo”. Para Heidegger, el nacionalismo es una traslación del egoísmo individual al plano colectivo. Para Horia Sima, los nacionalismos en competencia conducen al sometimiento en manos del más fuerte y al aplastamiento de los demás. La evolución histórica tiende a imponer la necesidad de articular grandes espacios continentales a partir de los estados nacionales. Todo el componente anti inmigratorio propio de los países europeos debería rechazarse ( o manejarse dentro de los parámetros de acogida basados en criterios de administración pública y no como principio ideológico) en los países de América Románica, precisamente, por el peso del tronco común.

14) La resistencia empieza metafísicamente en la afirmación de la libertad y la tradición: en la libre decisión de reconocer y afirmar las mejores posibilidades de la tradición. El bloque histórico globalista se apresta a la dominación de la totalidad del ente. Es una guerra metafísica y concreta. En la persona humana y su inclinación natural al despliegue de su propia perfección radica la unidad indivisible que buscan destruir mediante el miedo y la reconversión de la vida en una vida de pantallas.

15) La raíz metafísica opera en silencio. Así como el pragmatismo fue el modo de ser estadounidense- más allá de que las mayorías ni supiesen quienes fueron James y Pierce-, la filosofía de la deconstrucción de Derrida está incorporada en sus efectos- ya que no en la lectura- en el movimiento contracultural en desarrollo. Busca deconstruir la totalidad del ente para que la vida aflore con la mera finalidad de vivir. Agamben la denomina la “nuda vida” y Nietzsche la denominó “vida en sí”. Sin dudas, Nietzsche estaba equivocado de medio a medio mientras Aristóteles tenía razón. Ahora sabemos que la vida en sí es para cerdos y peces, y que lo importante de la vida humana son las razones para vivir, los fines.

 

 

Para NCN por Pablo Anzaldi

REFERENCIAS
[1]La caída de la economía mundial en 2020 fue de  un 4.3 %, la caída del PIB norteamericano en un 2 %, el crecimiento del PIB Chino en 2020 es 3% y su proyección para el 2021 es crecimiento a un 8%.
[2] Piénsese en el ataque a la tradición de la serie “Poco Ortodoxa” con la que arrancó la cuarentena global.

 

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