18 de abril de 2024

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Aborto: Con la escritora Claudia Piñeiro se pondrá fin a las jornadas de debate con expositores

El plenario de comisiones de Salud, Asuntos Constitucionales y Justicia y Asuntos Penales pondrá fin este martes a las jornadas de debate con la disertación de especialistas. En una lista de la que se bajó el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, se destaca el nombre de la escritora Claudia Piñeiro.

Desde las 14 en el Salón Illia, el Senado tendrá su última reunión plenaria con presencia de expositores especialistas. Luego de esto, el día miércoles se irá por la firma del dictamen de cara a la sesión del 8 del mes próximo.

Listado completo de expositores:

Listado Martes 31

Veintidós expositores participaron en el Senado de la Nación de la sexta audiencia realizada el miércoles de la semana pasada en la que se analizó la media sanción aprobada en la Cámara de Diputados

El abogado Guillermo Barrera Buteler, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba, fue el orador de la segunda mitad de la VI jornada de debate por la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Barrera Buteler señaló que «en el centro de la discusión está la definición de a partir de qué momento de la existencia el ser humano goza de dignidad y de los derechos que le son inherentes. En definitiva, si el por nacer, es o no una persona humana».

Consideró que «desde el derecho constitucional hay una sola respuesta: a partir de la concepción hay una persona que por consiguiente tiene sus derechos». Antes de ensayar su respuesta sobre este punto consideró que a lo largo de la historia siempre se buscó «negarle humanidad a la víctima». También aseguró que «no hay desde el derecho internacional una norma que nos defina esta cuestión y que por lo tanto hay que atender el orden constitucional argentino».

La siguiente oradora fue Cecilia Ouseet, médica especialista en tocoginecología. Comenzó su exposición sosteniendo que «nunca estuve, ni estaré nunca con el aborto».

A partir su experiencia personal afirmó: «mis pacientes me pedían un aborto por las más diversas causas, desde las emocionales hasta las económicas. Siempre, por mi religión, intenté que siguieran adelante con el embarazo. Porque generalmente luego hay arrepentimiento por el aborto».

«Vi morir a mujeres, a veces madres de varios chicos, que pasaron sus últimos minutos lúcidas conmigo y una policía preguntándole quién le había realizado el aborto porque era el delito, mujeres deshumanizadas y juzgadas», dijo. Ouseet se manifestó arrepentida por no haberle dado mayor contención humana a sus pacientes que estaban por abortar. Manifestó que a pesar de que ella no practica abortos, y de su religión católica, espera que el proyecto que llegó de Diputados se convierta en ley.

Luego habló Carlos Sánchez Posleman, médico cardiólogo de la Clínica San Jorge de Ushuaia de Tierra del Fuego. Consideró que «desde la normativa es poco serio que se pase de penar a un médico por realizar un aborto a penarlo por no realizarlo». En ese punto calificó a las penalidades contempladas en el proyecto «como injustas y arbitrarias». También se manifestó en contra de que la iniciativa no prevea «la objeción de conciencia institucional». Finalizó manifestando en contra de la media sanción en debate.

El turno siguiente fue el de Paula Juárez, médica intensivista y obstetricia de la Hospital de la madre y el niño Inmaculada Concepción de la provincia de La Rioja. Habló en nombre de los profesionales de la provincia «que apoyan la ley aprobada en Diputados y que no son objetores de conciencia».

Afirmó que «a nivel global la muerte materna es mayor donde mayor es la tasa de aborto inseguro y mayores son las restricciones legales a la interrupción voluntaria del embarazo». La médica riojana sostuvo, citando a la Organización Mundial de la Salud, que «descender el índice de mortalidad y morbilidad indica una mejora en la calidad de emergencia. También es fundamental que se eviten los embarazos no deseados y a edades tempranas».

Luego habló Soledad Deza, abogada de Tucumán. Deza se explayó sobre la «objeción de conciencia institucional». Luego de mostrar diapositivas con casos ocurridos en su provincia, resaltó que «la objeción de conciencia nació como una herramienta noble para proteger minorías atribuladas». Consideró que en la actualidad la objeción de conciencia amenaza con cuestionar, de hecho, «la interrupción voluntaria del embarazo» en caso de que se convirtiera en ley.

Concluyó su presentación afirmando que «la objeción de conciencia es una herramienta política. La penalización del aborto también es política ya que nuestros cuerpos son políticos». Consideró que «antes fueron los incorregibles y los anormales los que no encuadraban y que por suerte la Argentina lo contempló. Resta incluirnos a las mujeres en la salud sexual».

Milagro Peñalba, coordinadora de los estudiantes secundarios de Salta, fue la siguiente oradora. La joven salteña de 16 años destacó que «en Salta, donde hay un gran porcentaje de madres solteras, donde se nos enseña religión en las escuelas, donde no tenemos educación sexual integral ni acceso a anticonceptivos, donde un cuarto de los embarazos son adolescentes, la Iglesia es la verdadera rectora de la educación sexual de la provincia».

A continuación habló Rodrigo Agrelo, abogado de Portal de Belén. Agrelo se pronunció en contra del proyecto en debate y destacó que los legisladores de Córdoba, su provincia, carecen de mandato popular para votar la norma «ya que en su campaña nunca se pronunciaron sobre el tema del aborto». Consideró que de aprobarse la norma «se consagraría la injusticia social».

Luego habló Gabriela Luchetti, médica y docente investigadora de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Comahue. La médica y ginecóloga informó a los senadores que «el 6 de julio de 2018, el Consejo Superior de la Universidad del Comahue se pronunció a favor del proyecto aprobado en Diputados».

Consideró que «el aborto seguro es considerado un elemento de importancia crítica en los servicios de salud y hoy está recomendado dentro del paquete de intervenciones esenciales para mejorar la salud reproductiva, junto con la educación sexual y la consejería sexual, la anticoncepción, la prevención de la violencia y cohersión sexual, los servicios de atención de embarazos, parto y puerperio, la prevención y manejo de la in fertilidad, la prevención y manejo de las infecciones de transmisión sexual y el VIH y la prevención y manejo de los cánceres reproductivos»:

Concluyó su participación diciendo que «hecho en condiciones adecuadas y con procedimientos correctos un aborto tiene mínimos riesgos para la salud de la mujer, la mayoría puede llevarse a cabo de forma ambulatoria».

La próxima oradora fue Graciela Moya, médica especialista en genética. Comenzó su exposición señalando que estaba en contra del proyecto en debate. «Personalmente solicito que se considere el rechazo por los siguientes motivos, el aborto provocado no se origina como un problema de salud pública sino como un problema social que está generado por la inequidad que sufre la mujer en nuestra sociedad, solo corta la punta del iceberg, la inequidad entre varones y mujeres». Concluyó su exposición diciendo que «este proyecto de legalización del aborto mantiene a la mujer en una situación de desamparo y vulnerabilidad».

Continuó haciendo uso de la palabra, Andrés Vaira Navarro, secretario de la Asociación de Síndrome de Down de la República Argentina. Refiriéndose a la Convención Internacional de los derechos de las personas con discapacidad, dijo que es clave «respetar el derecho a la vida ya que sin vida no hay derecho alguno a nada, a veces suena increíble mencionar este concepto tan básico». Finalizó su exposición preguntando si «¿No es un contrasentido acompañar los derechos de las personas con discapacidad en cada momento de su vida y luego desconocerle el más preciado, y presupuesto elemental para los demás derechos, que es el derecho a la vida misma?».

Habló luego, Cristina Miguens, ingeniera industrial, empresaria, miembro de la Universidad Di Tella y miembro de la Fundación Alumbrar. Comenzó su presentación diciendo que «no es cierto» que el proyecto de ley sea un reclamo de los sectores más pobres de la sociedad. Reconoció que si bien «el aborto puede ser un tema de salud pública no es una prioridad». Destacó que «el aborto no es un sinónimo de feminismo» y que «no es progresista ya que va contra los más débiles». En ese punto destacó que «la reciente encuesta de IPSOS confirma que el 57% de mujeres con menos recursos está en contra del aborto».

La última oradora fue Karen Krevtz, representante de jóvenes profesionales Provida de Mendoza. La expositora se pronunció en contra de la iniciativa y destacó que «somos muchísimos los jóvenes que estamos a favor de las dos vidas y que no queremos el aborto, no lo proponemos como una solución ni como una respuesta sino todo lo contrario». Concluyó su discurso señalando que «nadie va feliz a hacerse un aborto pero siempre el problema es otro y no el niño».

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