19 de marzo de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

ACIERA reclama que los cultos sean tratados como actividad vital

ACIERA es la entidad que representa la defensa del patrimonio espiritual de las instituciones que profesan la fe evangélica cristiana en la República Argentina. Dicha alianza demanda al gobierno nacional que se le otorgue la relevancia que tiene de acuerdo a las necesidades de las personas de mitigar la angustia de la pandemia.

A nivel personal, el culto religioso sirva a una persona para manifestar relacionarse con la deidad. A nivel social, el culto religioso se relaciona con la idea de comunidad y de crear y fortalecer la idea de grupo. De acuerdo a las nuevas restricciones, ninguna de estas formas de culto estará permitido en forma presencial. Por ello, ACIERA emitió un comunicado, solidarizándose con la sociedad general, y en particular con la comunidad evangélica, que a causa de la pandemia, adquiere una mayor importancia el paliar las carencias espirituales y angustias personales.

A continuación, el comunicado:

La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), viene acompañando y respetando desde el inicio de la pandemia todas las medidas que se han dispuesto al respecto, y en la actualidad continúa ayudando a mitigar la segunda ola de contagios que ya estamos atravesando.

Cumplimos estrictamente con todos los protocolos de higiene y seguridad en los lugares de culto, como así también en la adaptación de sus instalaciones, para contar con ambientes ventilados y desinfectados.

Además de concientizar acerca del cuidado de la salud, tanto propia como del prójimo.

Pero no estamos de acuerdo con la decisión presidencial anunciada en el discurso en la noche del miércoles 14 de abril, concerniente al cierre de los templos dentro de las medidas adoptadas.

Señor presidente, definitivamente no somos una actividad recreativa, tampoco cultural o social.

Por sobre todas las cosas atendemos la dimensión espiritual y humana de la persona.

Consideramos que las iglesias no solo son esenciales sino también vitales:

• Vitales en la contención y atención espiritual de quienes así lo requieren, en un país en donde, según datos del CONICET, el 85% profesa creer en Dios.

• Vitales en la ayuda humanitaria, poniendo a disposición por pedido del Estado al inicio de la pandemia, 1298 camas para la atención de los enfermos leves por COVID. Con el objetivo de descomprimir el sistema de salud, dando lugar a los casos de gravedad.

• Vitales en la atención social, entregando diariamente desde los templos miles de viandas, en un contexto en donde la mitad de los argentinos se encuentra bajo la línea de pobreza.

• Vitales en la atención y contención de las innumerables patologías propias de la época que nos está tocando atravesar, como lo son la ansiedad, la depresión, la angustia crónica y hasta los intentos de suicidio. No hay índice capaz de medir la propagación de estos males actuales. Pero no tenga dudas de que la Iglesia Evangélica está colaborando con usted en su preocupación por la salud de la población, al acompañar a miles de argentinos que lidian con estas situaciones.

Por todo lo expuesto solicitamos al Presidente de la Nación y a su gabinete, la inmediata inclusión de los templos como actividad vital en el nuevo DNU. Como así también la posibilidad de que las autoridades provinciales y municipales puedan hacer lo mismo en sus normativas. Este funcionamiento se brindaría observando y cumpliendo todos los detalles de protocolo vigentes hasta la fecha, incluyendo la utilización de solo el 30% de la capacidad de los salones.

ACIERA continuará poniendo a disposición de las necesidades sus recursos, voluntariado y contención a la sociedad argentina. Ya que el compromiso que asumimos ante el Estado Nacional al inicio de la pandemia, sigue vigente. No obstante, creemos que es necesario que se respeten nuestros derechos y las necesidades espirituales de la población.
Dios bendiga nuestra Nación y renueve las fuerzas de nuestras autoridades, de los líderes religiosos y sociales, y de todos los que habitan nuestro amado suelo.

TRABAJEMOS JUNTOS POR LA ARGENTINA QUE DIOS QUIERE.

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