Ajuste en la Biblioteca del Congreso Nacional

Hacia principios de año, NCN Revista, publicó un mano a mano con el flamante titular de la Biblioteca del Congreso Nacional, el senador Juan Carlos Marino.

Por aquel entonces, se rumoreaba que podía cerrarse el café de la Biblioteca y que sobraban empleados. Sin embargo, transcribimos algunos párrafos de aquella entrevista que daban cierta tranquilidad a los empleados que allí trabajan. Decía Marino: “No estoy en condiciones de decirte de que manera va a seguir, si que lo voy a analizar, que vamos a ir secretaria por secretaria, vamos a ver que recurso humano hay, que trabajos se hacen. Pero primero tenemos que saber con qué presupuesto contamos” (…)

“Cuando asuma voy a ir dirección por dirección, secretaria por secretaria. A lo mejor es abusivo en un lugar y deficiente en otro. Estoy hablando en supuestos porque no soy el presidente formal aún. Lo que quiero que quede claro es que me voy a tomar el trabajo y voy a armar el mejor equipo para que la BCN sea una biblioteca ordenada y que brinde servicios”.

Pero como dice el dicho: “el hombre propone y Dios dispone”. En este caso no es Dios, sino el Presidente Mauricio Macri, quien ordenó a la la Dirección de Asesoría Jurídica de la Presidencia de la Comisión Administradora del BCN hacer un relevamiento y dictar una resolución (la 128/18) en la que se establece entre otras cosas, la suspensión en toda la BCN el reconocimiento de horas extras o suplementarias de la jornada laboral, la venta en remate del 50% de la flota automotor, congela todo nuevo nombramiento ya se temporal o permanente, y lo más grave, se ordena una reorganización donde se procede a la supresión de los cargos que ya no resulten estrictamente necesarios.

Pareciera entonces, que el ajuste que pide el FMI, y el fin del gradualismo llegaron para quedarse y que empezaron nada menos que por una de las áreas de la cultura.