24 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa posaron juntos para la foto tras la fuerte interna oficialista que salió a la luz

El Frente de Todos no atraviesa sus mejores días. Una de sus peores semanas en donde la bronca e indignación se apoderó de la dirigencia oficialista fue esta, tras el fallo de la Corte Suprema en el que le dio la razón a la Ciudad, y por ende, al máximo líder de la oposición, Horacio Rodríguez Larreta, pero por si esto fuera poco, en los últimos días también se dejó ver una interna entre kirchneristas y albertistas, con el foco central en el ministro Martín Guzmán y el subsecretario de Energía, Federico Basualdo. Por ende, y con estos traspiés en la escena, las máximas figuras del Gobierno: el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández y el titular de la cámara de Diputados, Sergio Massa, salieron a calmar las aguas y posaron en una foto juntos para reforzar la idea de la «unidad peronista».

Los principales referentes de la coalición gobernante estuvieron presentes en un acto en Ensenada. La excusa fue participar del lanzamiento del Programa Nacional Reconstruir para terminar la construcción de unas 55 mil viviendas, pero la realidad es que desde el Gobierno necesitaban «la foto» que refleje y siga consolidando ese discurso de «unidad peronista» que el Frente de Todos busca imponer desde la campaña y cuando asumieron en el poder.

  • En ese contexto, el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta y presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, y el presidente de la cámara de Diputados, Sergio Massa, posaron juntos en una imagen que por estas horas recorre todos los medios del país y las redes sociales.

«Les pido que saquen esta foto y no se olviden nunca. Esta es la foto de la unidad, de los que queremos poner de pie a la Argentina, porque la pusieron de rodillas. Aquí estamos los que estamos convencidos de lo que hay que hacer en la Argentina», dijo tajante el mandatario nacional.

El problema, es que el oficialismo no viene atravesando su peor momento. El último cachetazo fue el fallo de la Corte Suprema que de una u otra forma le dio mayor relevancia y la razón al moderado y líder de la oposición, Horacio Rodríguez Larreta.

A ese escenario se le suma la interna entre el ala kirchnerista y el sector más cercano al Presidente de la nación. La interna la dejó ver el ministro Martín Guzmán y su pelea con el subsecretario de Energía, Federico Basualdo, que terminó con idas y vueltas entre los miembros del Gobierno y dejó ver que, del lado de la Cámpora, el ministro de Alberto no tiene el visto bueno.

Incluso, tras el escándalo de la interna, la oposición aprovechó la ocasión y a través de un proyecto que ingresó en la cámara de Diputados, Juntos por el Cambio pidió que el exdiputado y ahora ministro, Darío Martínez, y el subsecretario Federico Basualdo, se presenten ante los legisladores y den varias explicaciones al respecto.

«Ante la actual crisis energética que atraviesa el país, los funcionarios lejos de brindar seguridad y transparencia en las decisiones del área, son noticia en la prensa por aparentes disputas de poder», fundamentó la oposición en su pedido.

Respecto al acto en donde se fotografiaron Alberto Fernández, CFK y Massa, no todo salió como esperaba el Gobierno nacional, ya que llegó un «colado» al evento a quien no dejaron pasar por «no estar invitado».

Se trata de Juan Pablo «Pata» Medina, el exlíder de la UOCRA seccional La Plata, quien hasta principios de año estuvo preso por lavado de activos y asociación ilícita.

Aún así, aunque le negaron la entrada y no apareció en ninguna foto oficial, la oposición tampoco dejó pasar el momento y criticó a «las mafias» ligadas con el Gobierno nacional.

«Volvió la mafia», escribió en Twitter el diputado provincial de Juntos por el Cambio, Alex Campbell. «Es una vergüenza», reaccionó la diputada nacional Graciela Ocaña. También en Twitter la diputada nacional Karina Banfi fustigó la presencia de Pata Medina y dijo: «Cuánta ironía y falta de respeto al pueblo bonaerense».