25 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Droga transnacional – Por Federico Addisi*

El “Diálogo Interamericano” pedía legalizar el consumo privado de drogas. Tempranamente, el ex presidente de EEUU, Ronald Reagan firmó la “Directiva de Seguridad Nacional N. 77” que asignaba a la CIA la instrumentación del Proyecto Democracia (NED) y sus objetivos en los países Hispanoamericanos. Diálogo Interamericano emprendió su primera gran campaña por la legalización del uso de drogas en 1986.

Aunque parezca mentira, la constitución del D.I y el Proyecto Democracia fue una creación de la Comisión Trilateral, a consecuencia entre otros factores de la Guerra de Malvinas. Los Centros de poder mundial con Kissinger, Rockefeller y Mc Namara a la cabeza no podían permitir brotes nacionalistas que desequilibraran el tablero de la geopolítica internacional. Había llegado el momento de reemplazar las hasta entonces serviles dictaduras militares –doctrina de seguridad mediante- por débiles, condicionadas y corruptas democracias. Pero las mismas debían subordinarse a una agenda preestablecida por el supracapitalismo. Las medidas del Proyecto Democracia fueron anunciadas como política oficial de Estados Unidos por Ronald Reagan en un discurso ante el parlamento británico.

El apoyo de EEUU a este plan no se limitó a lo anteriormente señalado sino que comprometió funcionarios de alto rango. A la fundación del D.I. el 15 de octubre de 1982 asistieron, el Secretario de Estado George Shultz, el Subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, Thomas Enders, el inefable David Rockefeller, Cyrus Vance y Elliot Richardson, a la vez que estaban representados los bancos Chemical Bank, Chase Manhattan, Marine Midland, Bank of America y Morgan Guaranty entre otros.

El encargo que recibió el P.D. en 1982 era simple, organizar redes supranacionales que operando en nombre de “democracias” pudiera controlar el nuevo esquema diagramado por los angloamericanos. El escándalo de Irán y los contras no estuvo ajeno a este entramado.

En 1986 los objetivos del P. D. eran: democratización del continente, desmantelamiento de las FFAA; desprestigio de la Iglesia Católica, derecho de la URSS a expresarse sobre una zona de influencia en América Central y legalización de estupefacientes.

En síntesis, la idea de despenalizar las drogas fue concebida desde los grandes centros de poder mundial, ya en la década del 70/80, en particular la impulsaba la Comisión Trilateral y el CFR. El D.I. y el P.D. fueron meros instrumentos de presión, lobbie, etc en post de esas políticas.

Hacia el año 2009 la política imperial con el tema de las drogas tuvo un gran giro, introduciendo el mentiroso concepto de “reducción de daños”, y la no “criminalización de los adictos”. Es la Open Society Institute de George Soros es quien financie e intenta ejecutar el proyecto en toda latinoamerica. Una de sus colaterales es la Fundación Beckley financia su propio proyecto MK-Ultra para promover las virtudes de las drogas sicodélicas, a través de becas de investigación al Imperial College y el University College, en Londres, y la Universidad John Hopkins en Estados Unidos, con el objetivo de mostrar que el MDMA, el LSD, y la psilocibina mejoran la salud mental. Feilding alega que los recortes de presupuesto en los servicios de salud, especialmente en los servicios de salud mental, hacen que sea necesario usar drogas sicodélicas en vez de tratamientos a largo plazo, y que a los siquiatras se les debería permitir recetar sicotrópicos. Uno de los principales aportantes a Beckley es justamente, George Soros.

Es fundamental, para entender que no se trata de una ley para “descriminalizar al adicto” ni nada por el estilo, que lo que se impulsa no es un proyecto para Argentina, sino para todos los países del continente.

La “coincidencia” del cruce de  miembros de todas las entidades plutocráticas, más las pruebas expuestas cronológicamente, hacen sobreabundante cualquier comentario:

  • Henry Kissinger. (CFR. C.T. Club Bilderberg).
  • David Rockefeller. (CFR. C.T. Club Bilderberg).
  • Mac Namara. (CFR. C.T.).
  • Samuel Hintignton. (CFR).
  • George Soros. (C.F.R .C.T. Club Bilderberg).
  • Amanda Feilding (condesa de Wemyss y March. Gran Bretaña).
  • Fernando Cardozo. (Ex Presidente de Brasil).
  • César Gaviria. (Ex Presidente de Colombia).
  • Ernesto Zedillo. (“ “          “   México).
  • Ricardo Lagos. ( “ “           “   Chile).
  • Juan Manuel Santos. (Presidente de Colombia).
  • Otto Pérez Molina. (Presidente de Guatemala).

No hace falta ser un genio para deducir que la despenalización de las drogas agrandarían el mercado, aumentando la producción y el consumo. Hasta aquí parecía una vieja estrategia de control social y de lavado de dinero a través del narcotráfico.
Pero el “juego de pinzas” tuvo su cierre hace unas semanas cuando el Presidente de EEUU, Obama, aprobó, y el Congreso sancionó, la llamada “Ley contra el Tráfico de Droga Trasnacional”. La misma persigue la producción y tráfico de droga que tiene lugar fuera del país cuando esta tiene como probable destino EE.UU. Prestemos atención a la palabra “probable”. Pero no es todo. La ley prohíbe a cualquier persona «producir o distribuir» determinadas sustancias o productos químicos clasificados como drogas cuando «tiene la intención, el conocimiento o tiene razón para pensar» que esa sustancia será importada a EE.UU. de forma ilegal. Es increíble la discrecionalidad (“Tiene razón para pensar…”) que otorga esta ley a un gobierno nacional para intervenir en todos aquellos países donde ellos presuman que se produce droga con la probabilidad de ser enviada a EEUU. Pero es exactamente lo que se busca.

La ley señala en su primer párrafo que tiene el objetivo de proporcionar el Departamento de Justicia herramientas adicionales para atacar extraterritorialmente al tráfico de drogas.

Con esta ley pueden intervenir en cualquier país del mundo, violando su soberanía. Imaginen la «puerta» abierta que se le deja a EEUU para actuar militarmente en la región si además se sanciona la legislación conocida como «reducción de daños». Cierra el círculo no les parece? Ahora que opinan los que nos decían conspiranoicos?

(*) Historiador revisionista. Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad del  Salvador. Además es Diplomado en Antropología Cristiana (FASTA) y en Relaciones  Internacionales (UAI). Publicó “San Martín, Rosas, Perón. Un homenaje a Fermín  Chávez” (2008); “Estévez. Vida de un Cruzado” (2009); “Raúl Scalabrini Ortíz. Sus libros  y sus enseñanzas” (2009); “Aportes al Bicentenario” (2011); “Historia de la Revista del  Instituto Juan Manuel de Rosas” (2013). Es columnista en “Noticias del Congreso  Nacional”. Como historiador, pensador y periodista siempre se manifestó estrechamente vinculado al Pensamiento Nacional y a la Doctrina Nacional del Justicialismo. Actualmente es el Director de Cultura de la Fundación Rucci de la Confederación General del Trabajo.

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