28 de marzo de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

El desafío es lograr superar el binarismo de nuestro sistema político. Por Javier Lerena

Previo a la renovación de las bancas, la Cámara de Diputados estaba conformada en un 59% por varones y en un 41% por mujeres, mientras que en el Senado este número era del 60% y 40%, también en detrimento de las mujeres.

¿Cómo sucede esto, si desde el 2017 Argentina cuenta con una ley de paridad? Esta ley garantiza que en las elecciones legislativas todas las listas estén conformadas por varones y por mujeres en partes iguales, y de manera intercalada. Si bien esa normativa se cumple, también sucede el fenómeno «cabeza de lista». Históricamente, las listas están encabezadas en su mayoría por varones, por lo que proporcionalmente son ellos quienes terminan accediendo a más bancas. Y las elecciones del domingo no fueron la excepción. Para la Cámara de Diputados, de las 132 listas que disputaron la elección a nivel nacional, 85 estaban encabezadas por varones y 47 por mujeres: lo que significa 64% contra 36%. En el Senado la situación fue bastante similar: el 66% de las listas estaban encabezadas por varones, frente al 34% que eran encabezadas por mujeres.

¿Y qué ocurrió el domingo? En la Cámara de Diputados ingresaron menos mujeres: 61 de las 127 bancas que estaban en juego. De todas maneras, al renovarse las bancas del 2017, la proporción de mujeres aumentó, y alcanzó su valor más alto, un 46%. En el Senado, por el contrario, de las 24 bancas que se renovaban, 13 eran de varones y 11 de mujeres. Con los resultados del domingo, ingresan 14 varones y 10 mujeres, por lo que la brecha aumenta respecto de la situación previa.

Este año se sancionó la ley de cupo laboral travesti trans, que garantiza un 1% de puestos de trabajo en los organismos del Estado para este colectivo ¿Cuál su lugar en el poder legislativo? Luego de las PASO, solo una mujer trans logró conformar una lista en las elecciones generales, como candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires. Pero como estaba en el puesto 21, no logró entrar. Por su parte, un varón trans fue candidato a senador suplente por la Provincia de Córdoba. Desde Grow consideramos que es momento de diseñar los mecanismos necesarios para que las voces de las personas trans estén representadas en el Congreso.

Otra normativa de este año fue el decreto que permitió el DNI no binario: cualquier persona que no se identifique como varón ni como mujer hoy tiene derecho a que así se la reconozca ¿Cómo se adapta esta conquista de derechos a una normativa que divide las candidaturas en varones y mujeres?

La ley de paridad, sancionada en 2017, es fundamental para promover cierto equilibrio en ambas cámaras y garantizar la participación de las mujeres en estos espacios, pero el desafío hoy es lograr superar el binarismo de nuestro sistema político, potenciando a su vez la normativa vigente, y generando las transformaciones necesarias para que más mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+ ocupen otros lugares en la política.

Javier Lerena, coordinador de proyectos de Grow, género y trabajo.

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