19 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

El nuevo gobierno está frente a la oportunidad histórica de terminar con el VIH. Por Leandro Cahn

El 1 de diciembre fue el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Diez días más tarde asumirá sus funciones el nuevo gobierno, quien tiene en su manos la posibilidad de terminar con el VIH en Argentina, una meta posible y realizable. En Argentina, se estima que 139 mil personas viven con VIH y 2 de cada 10 no lo saben. Cada año se notifican 5800 casos nuevos y 1500 personas mueren por causas relacionadas al Sida.

Nuestro país cuenta con herramientas para la prevención, el testeo, el tratamiento y la retención de las personas con VIH dentro del sistema de salud. Sin embargo, los números en relación al VIH en Argentina no cambian significativamente.

Hoy sabemos que si logramos que el 90% de las personas con VIH conozca su diagnóstico, el 90% de ellas acceda al tratamiento y el 90% mantenga su carga viral indetectable, será posible controlar la epidemia. ¿Podemos lograrlo? Sí, si se implementan las medidas necesarias.

Desde Fundación Huésped entendemos que el punto de partida es garantizar el presupuesto necesario y mejorar la planificación y ejecución de las compras de antivirales, vacunas y reactivos para todas las personas con VIH. Algo que, desde los años ’90, está garantizado por la Ley Nacional de Sida. A pesar de esto, en los últimos años se ha repetido el faltante ocasional de medicamentos para el VIH, así como también de vacunas y de reactivos para la carga viral. En nuestro país la epidemia de VIH es estable, lo que permite anticipar la compra de tratamientos con tiempo suficiente para evitar faltantes.

También resulta urgente promover el acceso al testeo de VIH: descentralizar, promover estrategias innovadoras como el auto-testeo y derribar las barreras tanto administrativas como aquellas que profundizan el estigma y la discriminación, de manera de disminuir la cantidad de diagnósticos tardíos. Para eso es necesario llevar adelante campañas de comunicación masivas para informar, prevenir y contribuir a eliminar el estigma y la discriminación del VIH, hepatitis virales y otras ITS.

Pero las política públicas no pueden ser llevadas a cabo ni será posible avanzar en la respuesta integral a la epidemia sin fortalecer a los equipos de salud como actores clave en el abordaje del VIH, otras infecciones de transmisión sexual y hepatitis virales, ni sin trabajar junto a organizaciones de personas con VIH y otras organizaciones de la sociedad civil incorporando la estrategia de navegadores pares. También será necesario poner en marcha estrategias de prevención combinada que incluyan la Profilaxis Pre-Exposición (PrEP) para las poblaciones en mayor riesgo de infección, además de estimular el uso de preservativo y la Educación Sexual Integral.

Se ha demostrado que una persona con VIH que tiene su carga viral indetectable por más de 6 meses y continúa con su tratamiento no transmite el VIH por vía sexual. Por eso, es necesario desarrollar estrategias de difusión entre los equipos de salud y la población general acerca del concepto Indetectable = Intransmisible para contribuir a la disminución del estigma.

De lo que se trata, una vez más, es de que cada persona pueda acceder a aquello que le es inherente: sus derechos. En especial los de aquellas poblaciones más vulnerables (como la población trans, los hombres que tienen sexo con hombres y las juventudes). El nuevo gobierno está frente a la oportunidad histórica de ponerse la cinta y terminar con el VIH en Argentina.

(*) Director Ejecutivo de Fundación Huésped.

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