28 de marzo de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

El Senado también recibió la presencia de otras funcionarias del Gobierno Nacional

Ministras, funcionarias que ocupan secretarías de Estado u organismos autárquicos, más otras personalidades que fueron expresamente invitadas por la presidencia del Senado, presencian desde el Salón Azul de la cámara alta la sesión en la que se debate el proyecto de legalización del aborto, que cuenta con media sanción de Diputados.

Las mujeres llegaron antes del inicio del debate, que arrancó oficialmente a las 16:08, y se repartieron entre los sillones del tradicional Salón Azul y los palcos que permiten observar directamente el recinto.

Las invitadas especiales son las ministras Sabina Frederic (Seguridad) y Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres, Género y Diversidad); las secretaria Vilma Ibarra (Legal y Técnica), Carla Vizzotti (Acceso a la Salud) y Cecilia Todesca (Evaluación Presupuestaria); la titular de Aysa, Malena Galmarini; la directora ejecutiva del ANSES, Fernanda Raverta, y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza.

La lista de presencias incluye además a la vicegobernadora de Santa Fe, Alejandra Rodenas; las asesoras presidenciales Dora Barrancos y Cecilia Nicolini; la exdiputada Juliana Di Tullio; la abogada feminista y jurista Marisa Herrera (que integra el consejo asesor que propuso reformas para el Poder Judicial); la ministra bonaerense Estela Díaz (Mujeres), y la titular del Consejo Provincial de Coordinación con el Sistema Científico y Universitario bonaerense, Florencia Saintout.

Incluso una breve y fugaz visita del Ministro de Salud, Ginés González, quien evitó hablar con la prensa.

La presidencia del Senado cursó un número limitado de invitaciones por cuestiones de prevención ante la pandemia de la Covid-19. La intención fue evitar que el espacio disponible en el primer piso y en las galerías se colapsara por una excesiva cantidad de personas por metro cuadrado.

En el Salón Azul, la organización dispuso varios espacios -«livings», los llamaron- que permitieran aguardar largas horas con monitores, agua mineral en cantidad y con los sillones separados por más de un metro y medio de distancia, por prevención.

Los cuidados oficiales sumaban una complicación por la altísima temperatura: a las 16:30, cuando la sesión recién llevaba veinte minutos, el Servicio Meteorológico Nacional declaraba 34.7 grados de sensación térmica al aire libre.

Dentro de las instalaciones del Senado, por el tipo de construcción, la imposibilidad de usar aire acondicionado y la escasez de ventiladores, el calor se sentía todavía más fuerte.

El mismo panorama de agobio por el calor añadía una complicación al trabajo periodístico en el salón de las Provincias, contiguo al Salón Azul, el espacio reservado para la cobertura periodística en vivo, con los acreditados y los camarógrafos.

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