28 de marzo de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Kennedy, Trump y la madre del país, por Claudio Hugo Naranjo*

El 20 de enero de 1961, el demócrata John Fitzgerald Kennedy o Jack como le decían sus amigos, hacía su discurso inaugural como Presidente de los Estado Unidos: “Hoy somos testigos no de la victoria de un partido, sino de la celebración de la libertad, simbólica tanto de un fin como de un comienzo, que constituye una renovación y también un cambio. Pues ante ustedes y ante Dios Todopoderoso he prestado el mismo solemne juramento concebido por nuestros antepasados desde hace casi 175 años”.
“En la larga historia del mundo, solo unas pocas generaciones han tenido que defender la libertad en su momento de máximo peligro. No me asusta esta responsabilidad, le doy la bienvenida. Creo que ninguno de nosotros querría cambiar de lugar con otras personas u otra generación. La energía, la fe, la devoción que aportamos a este emprendimiento serán una luz para nuestro país y para todos quienes lo sirven. Y el brillo de nuestra llama podrá iluminar realmente el mundo”.
Y concluye con una frase histórica que trasciende los límites de aquella Nación, para convertirla en mascarón de proa de la universalidad… “Entonces, compatriotas, no pregunten qué puede hacer su país por ustedes, pregunten qué pueden hacer ustedes por su país”.
La realidad es inmodificable, después de 55 años los norteamericanos debaten si siguen construyendo la Nación que legaron de sus antepasados o vuelven dramáticamente a los años que Richard Nixon gobernó aquel país. El próximo martes 8 de noviembre (según algunas encuestas de las cuales dudo) un republicano llamado Donald Trump le pelea voto a voto la presidencia a la demócrata Hillary Clinton. El problema ya existe aunque Trump pierda por 8 puntos, la mirada deberá asentarse en millones de estadounidenses que siguieron con fervor las ideas autoritarias y rayanas con la locura de uno de los candidatos a la presidencia de la Nación, es el mismo que dijo sin sonrojarse… “Puedes hacerles lo que quieras (a las mujeres) cuando eres una estrella”. El empresario neoyorquino también se jacta de intentar tener relaciones sexuales con una mujer casada así como besar y tocar a otras mujeres. El delirio de éste hombre ya hizo posible que también Norteamérica inaugurará la Gran Grieta Argentina, exportamos desavenencias, rencores y odios como limones tucumanos.
Es tan peligroso para el mundo que millones de estadounidenses fanatizados sigan a Donald Trump, como si otros millones de argentinos deseen que vuelva la corrupción y el autoritarismo del gobierno anterior. Cristina Fernández, ya desde hace años no logra alinear los planetas, la expresidenta en su oratoria no se dejó hacer sombra por el candidato republicano y dijo… “Vamos a hacer un seguimiento de cómo se comportan todos (con respecto a la reducción de subsidios), no porque tengamos ánimos de castigar, ni de perseguir, ni de controlar, ni de vigilar a nadie, simplemente porque queremos cuidar a este hijo. Yo me siento la madre del país, la madre de todos los argentinos; me siento muy responsable de lo que le pasa a los 40 millones de argentinos”.
Tampoco podemos desconocer que el gobierno actual viene tomando carrera desde hace 11 meses y no arranca; nos contaron historias de Las Mil y Una Noche, donde la Princesita que le toco pasar la noche con el Príncipe (asesinaba en su alcoba a todas aquellas mujeres que narraban un cuento y no lograban complacer su gusto literario) en virtud de salvar su vida, no finalizaba nunca su narrativa literaria y hacía posible que el Príncipe la volviera a invitar la noche siguiente. Algo de esto pasa entre el relato del gobierno y los argentinos, siempre terminan convenciéndonos que arranca en el próximo semestre y por no volver al pasado (los argentinos) aguardan una noche más.
Ojo, los argentinos somos medios ingenuos, pero sabemos diferenciar entre un Gordini y una Ferrari; esperemos que pronto por el curvón doble imparable la roja Ferrari.
Creo que el pueblo norteamericano y el argentino, no quieren volver a comer vidrio.

*Periodista-Escritor
@naranjo_claudio

Deja una respuesta