25 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

La Alianza Evangélica Latina y la OEA impulsarán la libertad religiosa en América

 Durante la jornada del jueves 11 de marzo próximo pasado,  se concretó la firma de un acuerdo entre la Alianza Evangélica Latina (AEL) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) con el fin de “concretar un marco de cooperación en las áreas que ambas organizaciones tienen en común, tales como: la proclamación de los derechos fundamentales de la persona humana sin ningún tipo de distinción”, según el discurso proclamado por el pastor Rubén Proietti, presidente de AEL, y también titular de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) . Proietti señaló que “luego de un intercambio de fructíferas ideas, hemos arribado a un histórico compromiso en materia religiosa, social, humanitaria, de familia y vida, con contenido basado en valores, otorgándole un marco formal e institucional a la promoción de aquellas actividades que organizaciones de nuestras comunidades evangélicas han venido realizando a lo largo de décadas”.

“Nos alienta saber que el acuerdo nos permitirá un mayor conocimiento de las partes cómo así poder desarrollar en el futuro inmediato, actividades en favor de los propósitos en común”, afirmó Proietti.

 El presidente de la Alianza Evangélica Latina no dejó pasar la oportunidad de mencionar que “las Alianzas de los 22 países latinos que componen AEL basan su acción práctica para la sociedad en las enseñanzas y valores de la Palabra de Dios, en el convencimiento, de que la Biblia nos impele a defender la dignidad de ser humano, su libertad religiosa o de otra índole, su progreso y defensa, y en unidad, la causa de la paz y la justicia social”.

También menciono con firmeza “las Iglesias Evangélicas son un permanente apoyo a la recepción e integración a las comunidades migrantes, brindándoles contención integral, incluyendo alimentos, salud, lugares de acogimiento, reinserción social y laboral, contención psicológica y espiritual, entre otros”.

 

Recordó que en materia de ayuda humanitaria las iglesias tienen como característica destacable actuar “en casos de catástrofes como inundaciones, incendios forestales, terremotos, huracanes, derrumbes, que requieren de nuestra solidaridad ante pérdidas de vidas, bienes materiales, recursos naturales y enfermedades, de pandemia, de crisis social y económica”.

Luis Almagro Secretario General de la OEA, agradeció a los pastores representantes de la AEL, el ya mencionado Proietti y pastor Eduardo Gómez, vicepresidente de AEL, quien dio iniciativa al presente acuerdo. Y les dio la bienvenida “a la Casa de las Américas”. A su turno el vicepresidente de la Alianza Evangélica Latina, dijo que gracias a Dios y a países como Guatemala y Paraguay que se mantuvieron firmes en sus manifestaciones pro-vida y pro-familia, se pudieron eliminar los términos que podían obligar a los países a ir a una línea que podría atentar contra la familia tradicional. “Es importante que se sacara del texto de la resolución Opinión Consultiva de Costa Rica a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Gracias a Dios no hubo consenso en incluir esa referencia. Por lo tanto, ese párrafo fue eliminado (impulso total a la agenda gay, transexual, lesbiana…) lo que constituyó una gran victoria”.

Almagro dijo que “este es un momento muy importante para la Organización de los Estados Americanos”. Además aseguró que “el acuerdo que firmamos hoy busca integrar a la Alianza Evangélica Latina a los trabajos de la Organización en aras de lograr más derechos para más gente. Son varios los temas en que vamos a realizar proyectos concretos en beneficio de la mayoría de las personas del hemisferio”.

 También se explayó en enumerar algunas de las formas de trabajo conjunto y señaló que “dentro de las distintas áreas de actividades esperamos muy pronto a desarrollar actividades conjuntas con AEL. Nos motivan diversos temas en los cuales tenemos coincidencia de propósitos y de acción, relacionados con la promoción de esfuerzos conjuntos de interés común mediante la realización de diálogos, foros, comisiones de trabajo, etc. relativos a la libertad religiosa de los credos, vida y familia, asistencia social, educación, derechos humanos, migración, paz y reconciliación entre otros”. Todo este marco dio también la expresión de Almagro en afirmar la continuidad de la participación de la AEL en la Asamblea Ordinaria anual que la OEA lleva a cabo, y en la que AEL viene trabajando por varios años gracias al esfuerzo de su vice presidente, el pastor Eduardo Gomez. No omitió de resaltar la importancia de la presencia de la AEL en el desarrollo de la temática de la libertad religiosa y de credos “en este sentido la presencia más activa de la AEL en el seno de la OEA fortalece la visión plural que guía nuestro devenir”.

Discurso de pastor Rubén Proietti,
presidente de AEL ante la OEA – 11 de marzo 2021

Estimado Secretario General, Don Luis Almagro,
Estimado Jefe de Gabinete del Secretario General, Don Gonzalo Koncke,
Señores Embajadores acreditados ante la Organización de los Estados Americanos,
Estimados representantes de organizaciones religiosas de nuestro continente
americano,
Señoras y Señores,
En mi carácter de Presidente de la Alianza Evangélica Latina, deseo expresar nuestra
satisfacción de poder llevar a cabo este acuerdo cuyo propósito es concretar un marco de
cooperación a fin de priorizar áreas de interés en común, tales como la proclamación de los
derechos fundamentales de la persona humana, sin ningún tipo de distinciones.
En efecto, luego de un intercambio de fructíferas ideas, hemos arribado a un histórico
compromiso en materia religiosa, social, humanitaria, de familia y vida, con contenido
basado en valores, otorgándole un marco formal e institucional a la promoción de aquellas
actividades que organizaciones de nuestras comunidades evangélicas han venido realizando a
lo largo de décadas.
Nos alienta saber que el acuerdo nos permitirá un mayor conocimiento de las partes, como así
poder desarrollar en el futuro inmediato, actividades en favor de los propósitos en común.
LAS ALIANZAS DE LOS 22 PAÍSES LATINOS QUE COMPONEN AEL basan su acción práctica
para la sociedad en las enseñanzas y valores de la Palabra de Dios, en el convencimiento, de
que la Biblia nos impele a defender la dignidad de ser humano, su libertad religiosa o de otra
índole, su progreso y defensa, y en unidad, la causa de la paz y la justicia social.
El conocimiento de LAS ESCRITURAS nos lleva a tener convicciones firmes sin dejar de ser
tolerantes y a experimentar que la FE no constituye un suicidio intelectual sino un camino de
expansión del pensamiento que nos permite superar los límites de la racionalidad para
abrirnos a la esperanza trascendente.
A través de los años y la historia somos testigos que La lectura y aceptación del mensaje de
La Biblia, ha permitido encontrar guía a los que no encuentran el rumbo en la vida, libertad
a los que se sienten oprimidos, luz para quienes todo es oscuridad.
No podemos olvidar el aporte de nuestros pioneros, portadores de la Biblia en los campos de
la educación y la democracia en América toda.
Como es de amplio conocimiento entre los pueblos latinos, las Iglesias Evangélicas son un
permanente apoyo a la recepción e integración a las comunidades migrantes, brindándoles
contención integral, incluyendo alimentos, salud, lugares de acogimiento, reinserción social y
laboral, contención psicológica y espiritual, entre otros.
Asimismo la Ayuda humanitaria es una características de nuestro obrar en la región, en casos
de catástrofes como inundaciones, incendios forestales, terremotos, huracanes, derrumbes,
que requieren de nuestra solidaridad ante pérdidas de vidas, bienes materiales, recursos
naturales y enfermedades, de pandemia, de crisis social y económica.
Para el cual las iglesias evangélicas representadas por nuestras Alianzas, brindan todo tipo de
ayuda, para asistir con nuestros voluntarios, pues ayudar al prójimo es nuestro deber. Por lo
que esperamos un trabajo en cooperación con aquellos organismos internacionales que
intervienen ante una emergencia,
como así también ser parte activa en los protocolos internacionales que permitan una
colaboración por parte de la AEL aportando voluntarios sociales y de salud a las regiones que
requieran de la ayuda humanitaria.
Por lo demás, la familia y la niñez que, por mandato de Dios, son nuestro constante
compromiso, continuaremos velando por su fortalecimiento y protección. Así como defender el
derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Por lo que esperamos que
los gobiernos que lideran nuestras naciones, respeten dicho derecho supremo, traduciendo el
mismo en políticas públicas que acompañen y contengan no solo la vida de la madre en una
situación de vulnerabilidad, sino también del niño por nacer.
Los Derechos Humanos forman parte de los valores cristianos, valores que justamente
provienen de la Palabra de Dios, y las cuales han inspirado su creación en la primera
Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Varias naciones inspiradas por los principios bíblicos, escribieron sus constituciones,
incluyendo en las mismas derechos como: la libertad religiosa y de conciencia, el respeto
por el otro y el cuidado de la vida en toda su dimensión.
Es una de nuestras prioridades la lucha por la protección y fortalecimiento de la mujer, niñez y
familia. La no discriminación, la dignidad del ser humano y su libertad de creer.
En el tema de la
ASISTENCIA SOCIAL: Las Sagradas Escrituras nos enseñan que debemos asistir al pobre, al
extranjero y al desamparado. A dar alimento, abrigo y refugio a quienes se encuentran en una
condición de vulnerabilidad. Pero también a proveer instrucción para que dichas familias
aprendan a ganar el pan nuestro de cada día, ya que esto las dignifica. (Isaías 58:7).

Ante una pandemia que nadie esperaba, hemos contribuido repartiendo ciento de miles de
raciones, entregando un mensaje de esperanza a quienes han caído en Incertidumbre,
depresión y angustia, asistiendo con voluntarios en las primeras líneas en la lucha contra el
coronavirus, poniendo a disposición nuestros edificios, templos para que el Estado disponga
de dichos lugares para atender a quienes padecen síntomas leves a causa del virus.
Es nuestra misión seguir sirviendo para lo cual estamos a disposición en colaborar en aquellos
programas que lleva adelante la OEA en la atención social, prevención de las adicciones,
prevención de las violencias, etc.
En materia de
EDUCACIÓN: A través de la historia, los evangélicos hemos contribuido a la educación de las
nuevas generaciones, pero también en la alfabetización de quienes por distintas
circunstancias no gozan de dicho derecho.
Afirmamos lo que dice la Biblia en el Antiguo Testamento, en libro de Oseas 4:6 “Un pueblo es
destruido cuando le falta conocimiento y conocimiento de Dios”.
La educación es un pilar fundamental en la vida de cualquier nación y debemos trabajar
esforzadamente para que se erradique toda desigualdad, de tal manera que todos accedan a
una enseñanza de calidad y de igualdad de oportunidades. Y a la vez, respetando la educación
que los padres brindan a sus hijos en materia de sexualidad y valores, como lo expresan los
tratados internacionales.
Y en particular queremos recalcar la importancia que para AEL tiene la libertad religiosa, origen
de todas las libertades y condición necesaria para la búsqueda de la paz y el bien común.
LIBERTAD RELIGIOSA: AEL celebra la resolución promulgada por la OEA en su 50 Asamblea
General, en donde declaró el 27 de octubre de cada año como el día internacional de la
libertad religiosa. Haciendo un llamado a los países miembros a velar por la libertad religiosa,
como así también a proteger la capacidad de culto y los lugares de culto, para que las
personas practiquen su fe de forma pacífica. Por lo que anhelamos que a través de vuestra
gestión y nuestro aporte, se logre en todo el territorio latino, leyes que nos otorguen un pleno
ejercicio de nuestra libertad religiosa, igualdad y libertad de conciencia.
Ponemos especial énfasis en lo expresado en la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, suscrita en San José de Costa Rica el 22 de noviembre de 1969, en su Artículo 12
sobre Libertad de Conciencia y de Religión.
Si bien en América Latina estamos alejados de los centros mundiales de conflicto, no estamos
exentos al fanatismo y hemos sufrido en algunos países, las consecuencias del odio racial y
religioso.
Hechos como los aludidos nos muestran que la paz no está ganada por su simple
declamación, sino que se construye todos los días, con acciones y conductas dirigidas a
formar conciencias y sembrar virtudes.
En la medida en que una sociedad es capaz de aceptar el pluralismo religioso y el diálogo,
comienza a aceptar como algo natural la igualdad entre todos los seres humanos, sin
considerar las diferencias como amenazas, sino como oportunidades.

Finalmente expreso nuestro ferviente deseo:
Que las familias que se constituyan, perduren y sean columnas en la sociedad, donde los
padres le enseñen a sus hijos a distinguir el bien del mal, el respeto por sus mayores, la
necesidad de educarse, la cultura del trabajo, el valor de la honestidad, la importancia de la
decencia y el significado de pertenencia a su patria.
Que no tomemos como algo inmodificable que haya desempleo o empleos indignos, que el
valor de la vida no exista, o que la violencia por la violencia misma siga destruyendo vidas
humanas y familias enteras, sin dejar de ayudar a la protección y el cuidado del medio
ambiente, porque al hacerlo estaremos reconociendo y valorando la creación de Dios.
Destacamos como lo expresa el acuerdo firmado, que tanto la OEA como la AEL son libres e
independientes de llevar adelante sus objetivos, destacando aquellas áreas como las
mencionadas en las que en acuerdo podremos contribuir al bien común de las personas.
Que juntos ayudemos a defender la vida, la libertad, el respeto a la ley, la justicia.

Deja una respuesta