19 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

«La opción por los pobres»

Por Carlos A. Rossi

 

Fernando «Chino» Navarro es, sin dudas, una de las cinco espadas comunicacionales del kirchnerismo peronista, o viceversa. Un lomense de origen patagónico con una anticipación notable. Trajo a Cristina a una reunión con militantes, antes del 2003 y desde allí, se alineo con un proyecto improbable. Sus lazos de pertenencia con poderosos corresponden a la segunda oleada de adhesiones, que reciben NK y CFK, cuando diseñan la proyección de sus políticas. En perspectiva, hoy se ve que fue una opción de gran agudeza para obtener el apoyo de un distrito complejo y esquivo como Buenos Aires, que a la vez, define elecciones.
En declaraciones a Radio Mitre, el diputado por el FpV, Fernando «Chino» Navarro, se refirió a la relación de la presidente con Bergoglio y aseguró que «es una relación de respeto y afecto, con coincidencias y disidencias, de la Jefa de Estado con quién hasta hace unos días era el hombre más importante en la iglesia argentina, es una relación donde la iglesia es una institución que está más abocada a la cuestión religiosa y teológica; pero, que nadie puede negar que incide políticamente, desde siempre, en cualquier nación donde desenvuelve sus tareas». Diputado Chino Navarro
De la misma manera, destacó la relación del Movimiento con el Papa y afirmó que «la relación con Bergoglio es buena. Nosotros tenemos una relación de cruzarnos en barriadas muy humildes desde 2008 con laicos, curitas y ligados a la iglesia, que se identificaban con Bergoglio, en temas como dignificar el trabajo de los cartoneros, el trabajo esclavo y luchar contra los vendedores de paco. De ahí fue surgiendo una relación que se mantuvo y en la que tuvimos muchas coincidencias, también diferencias, matices, como parte de cualquier relación política en el marco de un sistema democrático».
Así, consultado sobre su parecer sobre la futura relación de la presidente Cristina Fernández de Kirchner con el Papa Francisco, expresó: «Creo que va a ser una buena relación. Porque lo que une al gobierno de Cristina con el Papa es la opción por los pobres.
La oposición, que hoy se aferra a Bergoglio y lo toma como un talismán o como un instrumento en función de un año electoral, la mayoría, salvo honrosas excepciones, están abrazados a los grupos económicos. Están subordinados a los poderosos. Y pese a dialogar con ellos, el Papa no está abrazado ni a los grupos económicos, ni a los poderosos. Más allá de todas las cosas que tenemos que corregir y de las cosas que faltan por hacer…

En ese contexto, analizando la situación actual de la Iglesia Católica y la futura relación con nuestro país, explicó: «No creo que Argentina esté en primer lugar en su agenda. Obviamente, por ser argentino, el Papa tendrá alguna relación, alguna visión, alguna mirada hacia Argentina, y yo creo que va a ser buena. Pero, me parece que el Papa tiene algunos pequeños problemas. Ratzinger renunció por una crisis muy importante que sufre la iglesia a nivel mundial, que tiene más de 1.200 millones de fieles, con una denuncia de corrupción y desfalco de organizaciones financieras ligadas al Vaticano muy importante, con todas las cuestiones de pedofilia no debidamente aclaradas y con situaciones como las que enfrenta la propia iglesia argentina durante la dictadura militar que se repite a lo largo y ancho del mundo en otra situaciones similares. Va a tener que lidiar con esta realidad, más la puja interna que tiene el Vaticano, que mide los tiempos de forma muy diferente a como los medimos la mayoría de los mortales».
Luego, consultado sobre la relación de Cristina y Néstor con el ex-Cardenal Bergoglio, en comparación con la relación mantenida por Menem con Quarracino; Navarro afirmó: «Cuando llegó Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003, con ese magro 22%, tomo una decisión sacudió a todas las corporaciones de la Argentina, incluida la propia iglesia, y eran cuestiones que discutíamos respetuosamente con el entonces Cardenal Bergoglio. Kirchner puso por encima la política para conducir los destinos de la Nación y no subordinarla a las corporaciones y los grupos económicos. Hasta ese momento, la política discutía con la sociedad rural, con la iglesia, con las Fuerzas Armadas, con los Estados Unidos, con la UIA, con los agroexportadores, cómo se confeccionaba un gabinete. Néstor Kirchner, al margen de la conformación del gabinete, estableció una política autónoma pensando en los intereses populares, con aciertos y errores, y esto ha generado y aún nos genera mucho ruido con las corporaciones que están acostumbradas a co-gobernar en la democracia».
En ese sentido, agregó: «Nosotros nos conocimos con Bergoglio. No nos enteramos por los diarios que daba misa y estaba codo a codo, al lado de los cartoneros, al lado de los costureros esclavos, al lado de toda la gente humilde. Lo militamos con él y con los compañeros ligados a él, en ese territorio. Pero negar que Bergoglio, como jefe de la iglesia argentina, expresa una institución que durante muchos años fue una corporación ligada a los poderes, me parece que es no conocer nuestra historia. Y eso no es bueno ni malo: es un dato objetivo que determina la historia”.
Asimismo, sobre las versiones que vinculan al Papa Francisco con la dictadura militar, provenientes de algunos sectores del oficialismo, el dirigente del Movimiento Evita dijo que «en primer lugar, el peronismo, el kirchnerismo y los sectores no peronistas que integran el Frente para la Victoria, somos una fuerza plural, multicolor, que debatimos, que discutimos y que disentimos; al contrario de lo que a veces dicen algunos medios de comunicación dominante que somos una cosa monolítica, monocolor, stalinista, que nadie habla sin permiso de Cristina. Esto corrobora que no es así, que tenemos diferencias, y es sano, porque enriquece una propuesta política», y agregó: «en mi caso particular y del Evita, donde tampoco somos monolíticos, porque hay compañeros que comparten lo que decidimos en la Mesa Ejecutiva y otros la critican y la cuestionan, y nos parece válido y lo vamos a debatir; en el caso de quienes integramos la Mesa Ejecutiva del Movimiento Evita, con Emilio Pérsico, con Jorge Taiana y con otros compañeros, consideramos que Bergoglio no tuvo responsabilidad en los de la dictadura. Hay una declaración de un periodista que respetamos mucho, pero, nosotros tenemos otros datos que provienen de Alicia Oliveria, de Monseñor Hesayne, de Raúl Zaffaroni nos ha comentado, de compañeros que militaban donde militaban estos curitas en aquel momento, del teólogo brasileño Leonardo Boff, que es uno de los exponentes más importantes de la Teología de la Liberación; que dicen que en esa historia trágica, donde la iglesia como institución acompañó el golpe cívico militar, no todos sus integrantes lo han hecho. Porque sino, Angelelli no hubiera muerto, los curas palotinos, las monjas y otras personas ligadas a la iglesia, y nosotros creemos que el Papa Francisco, no está vinculado a esos hechos que se investigan”.
Respecto a su experiencia personal con el Papa Francisco y sobre su parecer sobre si es peronista o no, «El Chino» Navarro aseguró: «Es absolutamente peronista. Un hombre muy afectuoso, muy humilde, muy sólido política e ideológicamente, con una posición clara respecto a las funciones de la iglesia, que además es un jesuita, con el que tenemos muchas coincidencias”.

“En mi primera charla, él tenía grandes coincidencias con la Ley de Medios, preocupado por el rol que jugaba el Grupo Clarín para impedir que la Ley fuera ley cuando todavía no se había votado; muy satisfecho con la Asignación Universal, que era un planteo que todos coincidían pero nadie se animaba a llevarlo a la práctica; reconocía en Néstor Kirchner, y luego en Cristina, el inmenso esfuerzo que habían hecho para combatir la pobreza y la exclusión, y esto está documentado en algún escrito de la iglesia que estaría bueno revisar; y la mejor prueba de todo esto fueron las palabras de él en la noche del 27 de octubre, cuando falleció Néstor Kirchner, en la catedral, en la misa, cuando reconoce y elogia a Néstor Kirchner como un hombre que se había puesto la patria al hombro en momentos muy difíciles», señalo Navarro.Chino Navarro2
Finalmente, sobre la misa realizada a fin del año pasado para rezar por la salud de Chávez y sobre qué pensaba Bergoglio en ese momento, políticamente, sobre el fallecido presidente Venezolano, el diputado Fernando «Chino» Navarro contó que «hicimos una misa, en un ámbito de mayor discreción, porque pretendíamos que no trascendiera como una iniciativa política ni de especulación, en aquel momento en que la enfermedad de Chávez ya era muy grave. Y la hicimos para orar, para pedir por la salud de Chávez, para pedirle a Dios que lo mantuviera vivo. Pero, bueno, el destino, la decisión de Dios ha sido otra… Bergoglio tenía un profundo afecto y respeto por Chávez, porque veía su lucha contra los poderosos en Venezuela, contra Estados Unidos, para lograr construir una sociedad más justa y equitativa; tenía en cuenta que el gobierno de Chávez destinaba el 43% de su presupuesto a las políticas sociales, que Venezuela había eliminado el analfabetismo, porque es la 5° nación del mundo, adelante de Estados Unidos y Japón y la primer nación en toda América, en tener alumnos matriculados en la educación superior; y que Hugo Chávez desarrollaba una política positiva, con los líderes de la iglesia católica, con los sacerdotes y con los laicos. Eso lo ponía muy bien al Cardenal. Hoy Papa Francisco y lo reivindicaba y lo elogiaba».
“Siempre nos unía la opción por los pobres, por eliminar la injusticia y la inequidad. Y esto lleva tiempo y nadie es dueño de la verdad, creemos que en ese tránsito cotidiano de trabajar en los territorios más críticos, como en el caso nuestro, que trabajamos como movimiento político y social, hacemos un aporte común a lo que desarrollaba Francisco como Arzobispo. Por eso, me parece más que positivo que la Iglesia, que ha estado bastante alejada de los sectores humildes, elija un Papa que la acerque a los sectores que más sufren”, finalizó el diputado de Buenos Aires.

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