16 de abril de 2024

NCN

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La Rosa de Tokio criolla|Día de la radiofonía argentina (video)

La historia de un programa de radio que funcionó como arma psicológica durante la guerra del Atlántico Sur en 1982.

A principios de abril, en la ciudad británica de Grandtham, donde nació Margaret Thatcher, un radioaficionado captó una transmisión que lo hizo pensar en la Rosa de Tokio. Sus oídos se deleitaron con una voz sensual que en perfecto inglés le hablaba a la flota británica que había sido enviada a las Islas Malvinas. Inmediatamente el hombre dio aviso a las autoridades. Frente a la noticia, el Daily Mail de esos días comunicó que el ministro de Defensa de Reino Unido, John Nott, se refirió sobre el descubrimiento como “un procedimiento de propaganda negra usada por última vez en Vietnam”.

La guerra de Malvinas e islas del Atlántico Sur tuvo varias particularidades que la hicieron única, haciendo de ella la última acción bélica convencional del siglo. Entre esas características están los elementos y armas que utilizaron los combatientes argentinos, casi todos ellos obsoletos en otros países. Asimismo, lo fueron los procedimientos de estrategia y tácticas como el uso de trincheras y las batallas cuerpo a cuerpo con bayonetas.

Fue en este contexto que una joven Silvia Fernández Barrio se convirtió en un arma moral. La periodista se educó en un colegio inglés, con lo cual, manejaba el idioma a la perfección: «Aprendí al mismo tiempo a rezar en inglés y en español y a cantar los dos himnos. A mí sí que me cabe Borges», le contó a la escritora y periodista Alicia Paunero (*) quien se dedica a divulgar el protagonismo de las mujeres en el conflicto bélico del 82.

Por aquel entonces, Barrio trabajaba en Canal 7. Luego del 2 de abril, en el estudio mayor del canal fue colgada una foto de Leopoldo Fortunato Galtieri. Molesta con esa decisión, pidió que la pusieran a trabajar en otro lado. Entonces la enviaron a hacer un programa de música. Fue en ese recinto cuando un comité militar le pidió llevar a cabo un programa que se llamara Hora Cero. El mismo debía hacerse en el más estricto secreto, pues el objetivo era que ella le hablara a los soldados británicos.

Su voz angelical se tornó en algo sensual para los hombres que allende el mar venían a defender la usurpación de su reina. «Yo sentía que estaba haciendo mi aporte para evitar una guerra que era impensada desde mi lugar; tuve la ilusión de colaborar con que no suceda. Trataba de convencer a los ingleses de que era innecesaria la guerra, que estas tierras lejanas nada tenían que ver con ellos. Cuando los contenidos del programa eran demasiado bélicos, los suavizaba porque en mi inconsciente primaba la idea evitar las acciones bélicas», recordó en una entrevista con Paunero.

«Hola soy Liberty, he decidido mostrarme al mundo desde un lugar que está muy lejos de usted, en Malvinas, Sandwich y Georgias del Sur, soy una voz, un espíritu, un país», expresó  una vez con el tema Yesterday de The Beatles sonando de fondo.

Aunque la operación era secreta, la emisión de Liberty se transmitía por Radio del Plata algunos sábados por la noche. El programa empezaba con el sonido de las campanas del Big Ben y luego se hablaba de los resultados del fútbol inglés. Tras ello aparecía el golpe psicológico con su voz de seda: les señalaba la los soldados lo lejos que estaban de sus hogares. «Nos hemos encontrado, soy Liberty y tú eres Tomy, simpatizante del Tottenham, sí, debes estar navegando en alta mar, por eso hemos decidido brindarte compañía. ¿Te gustaría que te recuerde tu pueblo?», apuntaba como francotirador al corazón de los hombres en altamar.

«Un día vino una compañera, secretaria del directorio de Canal 7, me dijo que había escuchado una grabación de una emisión de radio y me dijo ‘es tu voz, en inglés, es tu voz’. Yo no podía decir nada, todo era secretísimo», confesó Fernández Barrio.

A la periodista le gusta aclarar que nunca confió en que Argentina pudiera ganarle una guerra a la OTAN. Sin embargo se siente orgullosa de haber cumplido con la orden que le dieron como empleada del canal público, pero que además se ilusionó con la esperanza de hacer desistir a los británicos de ir a la guerra. «No tomamos conciencia de que la guerra era verdad hasta el 1 de mayo, con el primer combate aéreo. El 2 de mayo, cuando se produjo el hundimiento del Crucero General Belgrano, allí supe lo que vendría», confesó.

Años más tarde, su paso por le tv pública hizo que el kirchnerismo con su propaganda de Derechos Humanos -vinculando erróneamente la dictadura con Malvinas-, denostara su figura y reputación. Al respecto expresó: «Nunca tuve problemas en hablar de la guerra, sólo tuve problemas con los k, que me acusaron de ser pro dictadura por haber trabajado en el noticiero. Pero con mi trabajo en Liberty, no se animaron a meterse, porque era Malvinas».

Lo importante es que para los oyentes de aquella época, tanto militares británicos como varios marinos argentinos que captaban el programa mar adentro, ella ha sido como la voz radial japonesa en la Segunda Guerra Mundial, la afamada “Rosa de Tokio”, pero en el sur del mundo: una flor criolla con un rol importante durante la Campaña por Malvinas.

Hoy, 27 de agosto, en el día de la radio en Argentina, recordamos a la mujer que -desde una emisora a la que definió como «un cuarto pequeño y secreto»-, hizo lo que tuvo a su alcance para evitar la guerra cuando todavía había esperanzas de que el desembarco del 2 de abril sólo fuera una ejercicio de disuasión para que el Reino Unido negociara la soberanía. Luego, cuando comenzó la guerra, puso lo mejor de sí para desmoralizar al enemigo. Algunos corazones ingleses fueron tocados por la dulzura de su voz.

                                                                    Silvina Batallanez para NCN

*Alicia Paunero escribió «Mujeres Invisibles», el primer libro sobre el rol de las mujeres durante la Guerra de Malvinas.