23 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

OPINIÓN – «La Sustentabilidad también debe ser social», por Eduardo Romagnoli*

Ya hemos repetido, sin cansancio, que las energías renovables son la única alternativa posible para pensar formas de desarrollo en las que se busque el bienestar humano sin dañar el equilibrio del ambiente y sus recursos naturales, ya que estos, son la base de todas las formas de vida. Hoy, además, se han convertido en una inversión rentable en términos económicos y, por tanto, competitivas en el mercado.

En el escenario actual, los modelos de desarrollo buscan maximizar la producción y la acumulación de riqueza en el corto plazo, de esta forma se logra un crecimiento económico, pero no se consideran los daños en el ambiente en el mediano y largo plazo, la disminución de los recursos naturales, la extinción de especies y los daños a la salud humana, entre otros cambios más.

Hoy ya se habla de que está en grave riesgo la capacidad del planeta de mantener la vida en el largo plazo. Líderes mundiales se reúnen en cumbres pro planeta afines a la vida. Paralelamente, y en varios puntos del globo, la sociedad ha dado señales de enfermedad a través del aumento del índice de criminalidad, las guerras genocidas y etnocidas, los atentados terroristas, terrorismo e imperialismo desmedidos.

En nuestra ciudad, en nuestra provincia, en nuestro país se habla de eso. El pueblo que marcha.

En tanto, campañas deshonestas contra el desarrollo de las energías limpias, comunican de manera errónea a potenciales inversores y a la ciudadanía en general, poniendo en duda la viabilidad económica de estas inversiones y una supuesta complejidad en su aplicabilidad en las casas de familia. Formadores de opinión con cargos públicos, empresarios de las energías “tradicionales” y Mass Media que actúan en función de sus propios intereses.

En la actualidad, si analizamos el enorme daño que hemos producido en el planeta durante los últimos 70 años, y en base al pasado hacemos una arqueología de futuro, el panorama es profundamente desalentador.

Como empresarios, dirigentes y estudiosos de las energías limpias, estamos en condiciones de afirmar que el discurso funcional al uso de energías que llamamos “tradicionales”, es, por todos sus ángulos, falso. Por analogía, nos permitimos afirmar que la políticas tradicionales para combatir problemas como la inseguridad, la criminalidad, han fracasado, la sustentabilidad social debe abordarse con políticas estructurales y largoplacistas, basadas en la igualdad, la inserción y la justicia social.

Así, y por analogía, el problema climático puede explicar el caos social.

En el mundo se requieren dirigentes conscientes de que el punto de origen de todos los planes de desarrollo y de sus políticas ha de ser la sustentabilidad. Dirigentes a favor de la vida. Inteligencias pro planeta y pro sociedad. Porque la sustentabilidad también es aplicable a lo social: una sociedad con justicia social, ética en los negocios, comercio justo, respeto por los derechos humanos y de las minorías, es una sociedad sustentable. A futuro no deberíamos preocuparnos por problemas hoy crónicos como “ la tan temida inseguridad”.

Es en el corto plazo en el que deberemos tomar posturas muy firmes con respecto a la sustentabilidad ambiental y social, y forzar a los gobiernos para que éste sea un tema central en las políticas de desarrollo que se planifiquen a largo plazo.

Hoy observamos con preocupación, que el gobierno continúa subsidiando cada barril de petróleo que se destina a producir energías contaminantes, mientras no promueve ni alienta la instalación de plantas de generación de energía solar, eólica, hidroeléctrica ó biomasa. En paralelo, tenemos un estado que resuelve problemas sociales con el poco feliz mecanismo de la represión, esto para contrarrestar la inseguridad y otros objetivos. Planeta y sociedad solo planifican medidas en el corto plazo, carentes de profundidad, que resuelven elecciones ó superávit de ganancias, gobiernos y empresas enfrentados a un poder ciudadano deslegitimado.

Un doble desafío se nos plantea en torno a la sustentabilidad.

El reto de modificar el actual estado de las cosas y trabajar por el «bien común.

*Eduardo Romagnoli
Dirigente Frente Renovador de Santa Fe
Empresario de la Producción y de las Energías Renovables
Cavaliere D’Italia y Miembro de Assocamerestero
 

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