20 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Los Moyano presentaron denuncia contra Carrió

La diputada nacional Elisa Carrió reapareció luego del receso de verano y disparó contra los sindicalistas Hugo t Pablo Moyano ahora enfrentados con el  gobierno nacional. Según la legisladora Hugo Moyano es «el jefe de una mafia».

Y agregó: «Por eso digo que es un criminal, es una familia de criminales. No toda su familia, pero al menos él y Pablo seguro. Y cuando digo criminales digo criminales, no solo de robo de dinero. Muchas muertes que no se explican, muchas muertes tapadas».

Hugo y Pablo Moyano presentaron una denuncia por estas expresiones:

DENUNCIAN. SOLICITAN SER QUERELLANTES

A) Incitación a la violencia colectiva
B) Instigación a cometer delitos
C) Apología del crimen

Señor Juez:

HUGO ANTONIO MOYANO, con domicilio real en Avda. Montes de Oca 402, Piso 2, de CABA y PABLO MOYANO, con domicilio real en 15 de Noviembre 2553, CABA, constituyendo el procesal conjuntamente con el letrado que me patrocina, Doctor Daniel Llermanos (CSJN t. 12 f. 267) en Balcarce 216, PB “A”, de CABA y el electrónico 20106716502, a V.S. respetuosamente digo:

I.- OBJETO

Conforme lo autoriza el  art 174 y cctes. del Código Procesal Penal de la Nación, vengo a denunciar a  Elisa María Avelina Carrió, con domicilio en Av. Santa Fe 1509, Piso 9 del barrio de Recoleta, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por la comisión de los delitos de Incitación a la Violencia Colectiva, Instigación a cometer Delitos y Apología del Crimen -en concurso real entre sí-  (arts. 55, 209, 212 y 213 del Código Penal, haciendo extensiva la presente respecto de todas las personas que hubiesen tomado parte en la ejecución de los ilícitos como partícipes o encubridores. Asimismo vengo a solicitar ser tenido como parte querellante en los términos que autorizan los arts. 82 y siguientes del Código Procesal. Todo de acuerdo a los  fundamentos de hecho y de derecho que se exponen en el presente.

II.- HECHOS

II.1.- Preliminar

La denunciada, en numerosas oportunidades, y sin fundamento alguno, ha hecho declaraciones públicas difamando a quienes suscriben y a nuestras familias atribuyéndonos hechos y circunstancias con los que no guardábamos  vinculación alguna. Sus declaraciones fueron tomando un tono cada vez agresivo y despectivo llegando al extremo de exhibirse como un supuesto ser superior de naturaleza cuasi divina expresando un inocultable desprecio por los firmantes.

Mantuvimos estoicamente la paciencia. Optamos por ignorar sus acciones infames, pero entendimos que la feroz brutalidad de sus dichos traspasaron todos lo límites civilizados y nos obligan a instar la presente denuncia y a pedir de la Justicia que una profunda investigación acerca del alcance temerario de su conductas. Entendemos inadmisible que en estos tiempos, esta señora, que registra un pasado oprobioso por su condición de Agente Fiscal durante la dictadura militar, malverse en plena democracia  la investidura que le ha dado el pueblo y actúe suavemente como una “fiscal de facto” acusándonos de criminales y promoviendo nuestro linchamiento.

V.S. podrá apreciar a través del presente relato que la denunciada abusó de su función y de su situación de persona pública al realizar declaraciones en una entrevista con el diario “El País” de la República Oriental del Uruguay, en las cuales no sólo atribuía a los suscriptos la comisión de delitos sino que mediante sus dichos incitó a la violencia a la población en general, llegando al extremo de proponer una solución similar a la que sectores mafiosos del poder norteamericano emplearon con el desaparecido líder sindical  Jimmy Hoffa, al mejor estilo de los desaparecedores de la dictadura de Videla.

II.2.- Las expresiones de la denunciada

Según numerosas publicaciones periodísticas –no desmentidas- la diputada nacional por el Partido Político Cambiemos, Elisa Carrió, desde la sede de la Embajada Argentina en la República Oriental del Uruguay, nos calificó de criminales, y defendió la supuesta lucha contra “la mafia sindical” ordenada por el presidente Mauricio Macri. Dijo Carrió, como si se tratara de una verdad indiscutible: “Es un criminal, es una familia de criminales. No toda su familia, pero al menos él y Pablo (Moyano) seguro”, y agregó con la arrogancia que la caracteriza “Moyano es el jefe de la mafia” y agregó, quizás sin inmutarse: “cuando digo criminales digo criminales, no sólo de robo de dinero”.

Como si sus expresiones no hubieran sido lo suficientemente contundentes, añadió con la espectacularidad de quienes aman ver sus definiciones en las letras de molde de los diarios: “Hay muchas muertes que no se explican, muchas muertes tapadas”, para inmediatamente puntualizar como si protagonizara una gesta heroica:  “Si en algo una avala al presidente Macri es en esta lucha”  remarcando a modo de diatriba fascista que “Argentina no puede seguir en manos de las mafias…es una batalla que vale la pena dar”.

“Él (por Hugo Moyano) tiene muchos crímenes atrás, pero muchos”. Como si esa mentira no hubiera sido suficiente, hambrienta de publicidad a costa del honor ajeno, sumó otra afirmación repulsiva: “Su hijo Pablo también”.

Desde esas afiebradas aseveraciones y en alusión a la histórica marcha del 21 F –movilización que ella jamás podría protagonizar- con la tonalidad sanguínea de la inquisición cargó otra vez: “Así que marchen, pero que también marchen a la justicia”. En esa alocada sucesión verbal llegó a relacionar la actividad de Moyano (Hugo) con la gestión del ex presidente Néstor Kirchner al rematar con un frase que parece haber sido robada de un enloquecido texto de la Edad Media: “el pacto (de Kirchner) con Moyano fue explícito hasta su misma muerte”.

Probablemente en la alucinada convicción de que forma parte del Olimpo, no dudó en afirmar otra mentira. Dijo: “El principal pacto que tuvo Kirchner fue con Moyano, por eso se destruyeron todos los ferrocarriles y se habilitó todo el transporte terrestre que tenía que ver con camiones, lo que dejó sin logística y sin rutas al país”. Aunque nada que tenga que ver con esta denuncia, es imperativo aclarar que ninguno de los firmantes participó de ninguna actividad destina a la destrucción del sistema ferroviario y de las rutas.

Volviendo a la cuestión central de esta denuncia, observamos que Carrió no trepidó en sostener que “Moyano comenzó a poner las condiciones hasta que empezó también a condicionar a Kirchner”.

Carrió -suerte de falso oráculo que el oficialismo abriga en sus entrañas- creyó entender que era el momento de declamar ante el pueblo uruguayo:  “Cuando los kirchneristas y sobre todo Moyano hablan de los oligarcas argentinos, yo siempre les digo no, la verdadera oligarquía es la degeneración de la aristocracia con el gobierno del dinero. Y realmente los verdaderos oligarcas de la Argentina están presididos por Kirchner, Moyano y todos los enriquecidos en los últimos veinte años”.

Con aire de heroína imaginaria agregó: “Yo di la lucha contra toda la corrupción kirchnerista” y aseguró, que Macri podía acabar con la “mafia sindical”,  casi rememorando la idea de aniquilar a los subversivos de la que se valió la Junta Militar para comenzar con los mayores crímenes de nuestra historia.

Pero claro, no era suficiente en su descabellado razonamiento detenerse en las calumnias, creyó menester proponer una solución tranquilizadora y definitiva para el pueblo. La solución consiste, según ella, en cometer un crimen –o más de uno-  del mismo modo en que lo hicieron los mafiosos estadounidensesy desde esa lógica del autoritarismo asesino, expresó con palabras que Hitler o Stalin hubieran adoptado:  “Va a terminar bien. En Estados Unidos también un sindicalista prácticamente quiso tomar el país (hace referencia a Jimmy Hoffa, líder del sindicato de los camioneros acusado de tener vínculos con la mafia). Moyano es una persona parecida. Argentina no puede seguir en manos de mafias, esta es la batalla que hay que dar, y la tiene que dar el Presidente”.

Llamativamente, la aquí denunciada impulsa la idea de dar el mismo final al suscripto que a Jimmy Hoffa, quien es conocido en la cultura popular debido a las misteriosas circunstancias que rodearon su desaparición y presumible muerte, destacando el hecho de que, desde 1975, no ha vuelto a ser localizado viviendo en ninguna parte y, que en caso de haber fallecido, su cadáver nunca haya sido encontrado.

II.3.- La “solución Hoffa”

Carrió ha sugerido de manera indisputable que Moyano desaparezca. La cita que efectuó con relación al método que los norteamericanos utilizaron para desembarazarse del líder camionero de los EE UU –Jimmy Hoffa- no deja dudas: Fue convertido en un desaparecido luego de ser visto por última vez el 30 de julio de 1975 en el estacionamiento del restaurante Machus Red Fox, en el área metropolitana de Detroit, cuando según la biografía escrita por su abogado, planeaba reunirse con  “Tony Pro” (el nombre denota algo de la política argentina del momento) , 
Tras el plazo legal de siete años, en 1982, a instancias de la familia, Jimmy Hoffa fue declarado presuntamente muerto.

III.- LA CONFIGURACION DE LAS ACCIONES TÍPICAS

Establece el art. 212 del C. Penal que: Será reprimido con prisión de tres a seis años el que públicamente incitare a la violencia colectiva contra grupos de personas o instituciones, por la sola incitación.

A esta altura del relato ya no pueden quedar dudas que CARRIÓ ha realizado una campaña de desprestigio y hostigamiento en mi perjuicio que resulta incompatible con el recto ejercicio de la función pública.  Repárese en que el artículo 212 del C.P. reprime al que públicamente incitare a la violencia colectiva contra grupos o personas o instituciones, por la sola incitación.

Así se ha sostenido que esa clase de delito no tienen como  consecuencia un daño o lesión concreta, sino que crean un peligro con real afectación en el ánimo de quienes integran la comunidad, tendiendo las disposiciones que regulan su punibilidad a la prevención de otros delitos que sí son susceptibles de causar lesión (D’Alesio, Andrés José “Código Penal de la Nación” Tomo II, ed. La Ley, Bs. As 2009; pag. 1060).

Es que debe tenerse en cuenta que con estos ilícitos se protege a la sociedad de conductas que provocan perturbación social y alteraciones serias en el desenvolvimiento normal de la vida civil. Las expresiones de Carrió han intentado reiteradamente perturbar el orden social que es en definitiva lo que protege la norma.  Ella ha instigado de manera seria e indiscutible  revelando la intención de desprestigiar de modo gravísimo que puede provocar actos de hostilidad y agresiones físicas.

No estamos frente a un supuesto de “la mera difusión de ideas opuestas y/o divergentes” sino de frases concretas de neto contenido hostil contra un dirigente sindical  que además de ser titular de la Federación Nacional de Camioneros ha sido titular de la CGT y diputado.

Las frases han sido públicas, en ocasión de dar una entrevista a un diario y sus dichos se replicaron en los diarios de toda Argentina.

En lo que se refiere a la existencia de dolo, el mismo surge de manera evidente de las circunstancias de tiempo y lugar en que dichas manifestaciones fueron realizadas y de su contenido, no siendo necesario para ello la realización de conjetura alguna.

En cuanto a la idoneidad de los dichos de Carrió para incitar a la violencia colectiva, es preciso recordar que nos encontramos frente a un delito de peligro, el cual no precisa de un daño o lesión concreta para su comisión, sino que resulta suficiente para su concreción la existencia de un peligro real de estimulación a la comisión de otros delitos, peligro que, entiendo, existió en el caso de autos.

Los dichos de Carrió que conforman la imputación, traslucen una actitud irreverente y de desprecio frente a la ley, así como de descrédito con respecto a los derechos y dignidad de los representantes sindicales, todo ello sumado al tono provocador e imperativo de las alocuciones que fueron, a su vez, expresadas en tercera persona y claramente dirigidas a los lectores. Ello demuestra la idoneidad de sus palabras para generar el peligro requerido por el tipo, resultando indiferente la actitud posterior que los receptores decidieran asumir.

Lo reseñado acredita que las manifestaciones de la denunciada fueron suficientes para probablemente incitar o producir una acción contraria a la ley, por lo que no se encuentran amparadas por las garantías constitucionales a la libre expresión y a la prensa libre. En esta línea, cabe destacar que “el derecho a la libertad de expresión no es un derecho absoluto, este puede ser objeto de restricciones, tal como lo señala el artículo 13 de la Convención en sus incisos 4 y 5. Asimismo, la Convención Americana, en su artículo 13.2, prevé la posibilidad de establecer restricciones a la libertad de expresión, que se manifiestan a través de la aplicación de responsabilidades ulteriores por el ejercicio abusivo de este derecho, los cuales no deben de modo alguno limitar, más allá de lo estrictamente necesario, el alcance pleno de la libertad de expresión y convertirse en un mecanismo directo o indirecto de censura previa” (Corte I.D.H., Caso Herrera Ulloa. Sentencia de 2 de julio de 2004. Serie C No. 107, párr. 120).

Fue en esta inteligencia que el legislador decidió reprimir la conducta bajo análisis, entendiendo que el Estado no puede reconocer un derecho absoluto a la libertad de expresión, en tanto su ejercicio abusivo puede poner en riesgo otros bienes jurídicos también protegidos por nuestra Carta Magna, como son los derechos a la libertad, la igualdad, la salud y la representación sindical de los trabajadores.

Debe tenerse en cuenta que con estos ilícitos no se protegen bienes jurídicos primarios o inmediatos sino que actúan solo en forma mediata, protegiendo a la sociedad de conductas que provocan perturbación social y alteraciones serias en el desenvolvimiento normal de la vida civil.

Las conductas definidas en este título configuran hechos criminales perturbadores de la vida colectiva, por los efectos que producen en el sentimiento de los individuos en general, frente a la incertidumbre de que tales hechos se llevarán a cabo.

La acción típica es incitar, por lo tanto la incitación debe ser pública y destinada a un grupo indeterminado de personas. Se incita a la violencia colectiva, entendida ésta como violencia en general, es decir fuerza física que puede ser configurativa de algún delito o no. Creus la define como una incitación a la violencia grupal. Pero si se instiga a delitos determinados la figura puede quedar desplazada por el delito previsto en el Art. 209 del CP y/o como apología del crimen (art. 213 CP).

El uso de la violencia colectiva que hace referencia el tipo penal, debe recaer sobre un grupo de personas o instituciones. Por lo tanto, en lo que se refiere a las personas, el grupo debe tener algún tipo de características comunes, que permita su individualización, ya sea por su raza, religión, nacionalidad, profesión, pensamiento político, etc. Están incluidas en el concepto de institución todas las personas de existencia ideal del Art. 33 del CC., es decir asociaciones, fundaciones, organismos estatales, sociedades comerciales, simples asociaciones, etc., también las personas jurídicas extranjeras.

La presencia de un elemento subjetivo del tipo, hace que sólo el dolo directo resulte compatible con este delito. La figura penal no requiere ningún resultado, inclusive no resulta necesario que se haya concretamente puesto en peligro el bien jurídico protegido. Por lo tanto, estamos frente a un delito de pura actividad y de peligro abstracto. O sea, al no requerir ningún resultado, la incitación por si misma consuma el delito. Obviamente no es necesario que se haya producido algún acto de violencia.

IV – PRUEBA

1.- Documental.- Se incorpora mejor ilustración de V.S. la entrevista periodística que provocó la presente denuncia, conforme la transcripción que sigue:

“ELISA CARRIÓ: Argentina no puede seguir en manos de las mafias, esa es la lucha».

“Lilita” como la conocen todos, es una de las figuras políticas más influyentes en Argentina, donde ha ganado espacio por las denuncias contra la corrupción durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y que han derivado en que varios funcionarios K estén hoy en prisión.

Diputada por Buenos Aires, fue clave para que Cambiemos, la coalición que lidera el presidente Mauricio Macri, gane por un amplio margen en las legislativas de octubre pasado en la capital argentina. Solo Carrió votó por encima del 50%. La semana pasada estuvo en Montevideo visitando al nuevo embajador argentino Mario Barletta, uno de sus más firmes compañero de ruta política.

—El presidente Mauricio Macri está comenzando la segunda mitad de su período de gobierno, y tiene en la agenda una reforma importante como la laboral, en momentos en que hay un fuerte enfrentamiento con un sector del sindicalismo argentino liderado por Hugo Moyano, del sindicato de Camioneros. ¿Qué se puede esperar para este período?—

Lo más importante que se produjo en Argentina después de una enorme lucha de años, fue la apertura de la república. Nosotros estábamos bajo un régimen autoritario, íbamos a ser un régimen como el de Venezuela. Ellos dilapidaron y se robaron la nación. Y fue un conjunto de personas. Dentro de «ellos», la Argentina es muy corporativa, estaba parte de la corporación sindical. El pacto de Moyano con (Néstor) Kirchner fue explícito hasta la misma muerte de Kirchner. El principal pacto que tuvo Kirchner fue con Moyano, por eso se destruyeron todos los ferrocarriles y se habilitó todo el transporte terrestre que tenía que ver con camiones, lo que dejó sin logística y sin rutas al país. Y él (Moyano) comenzó a poner las condiciones hasta que empezó también a condicionar a Kirchner. Así que lo haga ahora … Yo creo que es una batalla que vale la pena darle. Él tiene muchos crímenes atrás, pero muchos. Su hijo Pablo también. Así que marchen, pero que también marchen a la justicia.

—En su discurso durante la marcha del miércoles en Buenos Aires, Moyano dijo que no era corrupto y apuntó a una persecución de Macri…

— (Risas) … Cuando los kirchneristas y sobre todo Moyano hablan de los oligarcas argentinos, yo siempre les digo no, la verdadera oligarquía es la degeneración de la aristocracia con el gobierno del dinero. Y realmente los verdaderos oligarcas de la Argentina están presididos por Kirchner, Moyano y todos los enriquecidos en los últimos veinte años.

—Macri lanzó una campaña muy fuerte contra lo que llama la «mafia sindical». ¿Moyano es parte de esa «mafia»?

—Obvio, es el jefe. Por eso digo que es un criminal, es una familia de criminales. No toda su familia, pero al menos él y Pablo seguro. Y cuando digo criminales digo criminales, no solo de robo de dinero. Muchas muertes que no se explican, muchas muertes tapadas. Si en algo uno avala al presidente Macri es en esta lucha. Yo di la lucha contra toda la corrupción kirchnerista.

—¿Cómo cree que terminará? ¿Logrará Macri acabar con esa «mafia sindical»?

—Va a terminar bien. En Estados Unidos también un sindicalista prácticamente quiso tomar el país (hace referencia a Jimmy Hoffa, líder del sindicato de los camioneros acusado de tener vínculos con la mafia). Este (por Moyano) es una persona parecida. Argentina no puede seguir en manos de mafias, esta es la batalla que hay que dar, y la tiene que dar el presidente, ha ganado ampliamente las elecciones así que cuenta con todo mi aval. Lo que pasa es que hay que evitar otros errores justamente para tener el apoyo popular. Lo que no se puede es emprender esta lucha y cometer errores, diría nimios, pero graves a los ojos de la opinión pública.

—¿Qué tipo de errores?

—No hacer cesar a un funcionario que tiene una cuenta de un millón de euros fuera del país (se refiere a Valentín Díaz Gilligan, subsecretario general de la Presidencia).

—Pero lo hicieron renunciar.

—Sí, pero tardó. Eso se hace en un segundo. No hay que esperar. Lo que prometimos a la sociedad es la república, la transparencia, el hambre cero y la prosperidad económica y social. En algunas cosas estamos bien y en algunas otras estamos atrasados. La solución en Argentina pasa por la prosperidad económica y social, y lo que nosotros tenemos que hacer es prósperas a las clases medias. Y ahí es donde fallamos. Porque yo no creo en tantos impuestos. Yo creo que si se bajan los impuestos todos crecen y todos pagan. En Argentina por el nivel impositivo hay mucha gente que no puede pagar. Entonces entramos en un proceso de ilegalidades, en una falsedad de altos impuestos. Están los legales que sostienen al país y los ilegales que se hacen millonarios. Y en este sistema no se puede vivir. A mí, la reforma laboral no me preocupada demasiado. Me preocupa más que aseguremos una buena gobernabilidad, que garanticemos la república, que bajemos impuestos, y que vayamos dando algunas reformas laborales. Pero me interesa que se cumpla el ciclo de Marcelo Torcuato de Alvear (presidente argentino entre 1922 y 1928, de la Unión Cívica Radical).

—¿Usted volvería a ser candidata presidencial?

—No, a esta altura ya no compito más. La verdad es que estoy casi obligada a quedarme porque soy una especie de garantía. Todo el mundo dice: «Bueno, Lilita es la garantía». No se de qué, pero soy la garantía de ciertas cosas. A mí la lucha contra la corrupción me llevó la salud, y me la llevó en serio. Yo entregué todo.

—¿Como es su relación con el presidente Macri?.

—Excelente. Directa, absolutamente directa, solamente personal, no puede haber nadie. Los periodistas pagarían por ver esas conversaciones, que casi terminan en boxeo y después en un asado. Hicimos el acuerdo con Mauricio en enero de 2015, en una conversación que fue un sincericidio, con todas las verdades. A mí me costó mucho, no solo con él sino básicamente con todo lo que era su familia y su padre. Yo tenía el deber de habilitar la salida de la Argentina, y tenía que perder. Así que tenía que articular, perder y garantizar la república.

—¿Cedió mucho?

—Todo, cargos no tuvimos y quedamos solo con tres diputados nacionales, que eran los que teníamos. Lo que pasa es que somos un protopartido con mucho poder por la conducta. Elegimos que al no tener financiamiento empresario, teníamos que ser un partido chico. Que tu poder no dependa del dinero sino de la conducta. Y lo logramos. Tenemos una gran incidencia en el poder por la conducta. Si perdemos la conducta perdemos todo. Y la verdad es que nos llevamos bien. Yo me llevo muy bien con la gobernadora (de Buenos Aires, María Eugenia Vidal); muy bien con Horacio Rodríguez Larreta (jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires); muy bien con los gobernadores radicales. No puedo ir a reuniones políticas porque mi sincericidio causa estragos. Entonces voy a solas a comer a veces con él (Macri).

—¿Apoyaría la reelección de Macri?

—Sí, sí. Si seguimos cumpliendo el acuerdo que es república, lucha contra la corrupción, hambre cero y prosperidad económica y baja de impuestos, yo obviamente voy a apoyar la reelección de Mauricio.

—El tiempo es corto, faltan solo dos años para las elecciones.

—Hay dos objetivos. Argentina debe culminar un gobierno constitucional no PJ, que no sucede desde la época de Marcelo T. de Alvear. Por eso esto es histórico. Este es un gobierno que no solo ganó las elecciones contra un régimen autoritario de manera pacífica, sino que en el mandato legislativo ganó en todos los lugares. Entonces, va a culminar el mandato. Lo segundo es que tenemos que renovar, y para eso tenemos que hacer muchas cosas distintas.

—¿Cómo ve a la expresidenta Cristina Kirchner ahora en su rol de oposición?

—Yo no la veo a Cristina.

—No, no la veo.

—Pero sigue siendo una líder política importante, acaba de ser electa senadora.

—Sí, pero no tiene relevancia frente a un peronismo que se va unificando. El peronismo la odia a Cristina, el peronismo histórico, el peronismo de provincia. Ella odia a los PJ y los PJ la odian a ella. Así que eso divide. Lo que divide es ella.

—¿Así que usted no le ve más futuro político a Cristina Kirchner?

—Es la sociedad argentina la que está avanzando. La sociedad argentina no quiere más ladrones, quiere transparencia. Lo que dijo un presidente uruguayo (Jorge Batlle) de que la Argentina era corrupta, tenía razón.

-Al principio usted me decía que Argentina estuvo a punto de caer en la situación de Venezuela ..

—Y de ahí salimos, un milagro.

—Pero Venezuela no, cayó. ¿Cómo está viendo usted la situación en ese país?

—La situación de Venezuela es la vergüenza de América del Sur y también es la vergüenza de la OEA, porque no aplica la cláusula democrática. El problema con el régimen de Venezuela es que muchos políticos de todos los países de la región no quieren hablar porque les ha mandado dinero para las campañas políticas”
(Ver: https://www.elpais.com.uy/mundo/argentina-seguir-manos-mafias-lucha.html)

Entre numerosas publicaciones locales que replican la transcripción efectuada, pueden verse:
http://www.perfil.com/politica/elisa-carrio-sobre-los-moyano-es-una-familia-de-criminales.phtml
https://www.eldia.com/nota/2018-2-26-4-15-4-durisima-acusacion-de-elisa-carrio-contra-los-moyano-son-criminales–politica-y-economia
https://www.lagaceta.com.ar/nota/762442/actualidad/carrio-le-apunto-moyano-es-familia-criminales.html

2.- Informativa.- Por la vía diplomática se exhorte al responsable legal del Diario El País de Uruguay para que se remita el ejemplar mencionado en el punto 1 del presente.-

3.- Testimonial.- Oportunamente se cite a declarar mediante oficio Al Canciller argentino Jorge Fraurie y a Mario Barletta, Embajador de nuestro país en Uruguay. Asimismo, se convoque a prestar declaración testimonial a Fernando Ezequiel Solanas y a Gustavo Vera, cuyos domicilios serán aportados a la brevedad.

V – PETITORIO

1) Se tenga por presentada la denuncia contra Elisa Carrió con la prueba ofrecida (art. 174, primer párraafo del CPP) y se nos confiera el rol de querellantes.

2) Se de vista en los términos del art. 65 del CPP al Ministerio Público Fiscal. Se practiquen sin demora las diligencias necesarias para constatar la existencia del hecho punible y la autoría que aquí se atribuye, como asimismo, de encubridores y/o partícipes de las personas responsables de su ejecución.

PROVEER DE CONFORMIDAD, SERÁ JUSTICIA

HUGO A. MOYANO

PABLO MOYANO

DANIEL LLERMANOS (CSJN 12-267)