Resistencia y Gestión – Por Claudio Hugo Naranjo*
*Periodista y Escritor
El 16 de septiembre de 1955, civiles y militares concretaron el golpe de Estado autodenominado Revolución Libertadora, que finalizó con la segunda presidencia de Juan Domingo Perón. A pesar de que el general Lonardi —uno de los líderes del movimiento— proclamó que no hubo “ni vencedores ni vencidos”, el gobierno de facto sometió a la mayoría del pueblo argentino en persecuciones, fusilamientos y proscripción política. Perón iniciaría el camino de dieciocho años de exilio.
Desperonizar implicaba no sólo prohibir al peronismo de participar en elecciones, quemar sus libros, castigar a quienes tuvieran en su casa una imagen de Evita o de Perón. Desperonizar significaba derogar la Constitución Nacional de 1949, intervenir la Confederación General del Trabajo, echar por tierra las conquistas sociales, económicas y políticas obtenidas por los sectores trabajadores durante el período peronista. La sociedad quedó dividida en dos grandes grupos: antiperonistas y peronistas. Estos últimos, sin posibilidad de mostrar su existencia públicamente, se fueron auto-organizando en la llamada Resistencia Peronista.
¿De qué Resistencia habla el kirchnerismo? El Presidente de la Nación fue elegido por el voto popular el 22 de noviembre de 2015, es un gobierno democrático que tiene mandato hasta el 10 de diciembre del año 2019. El kirchnerismo está mostrando las hilachas más abominables de la miserabilidad, intenta, desde lo que le queda, violentar las instituciones con palabras y acciones que deberían ser tenidas en cuenta por fiscales y jueces en la prosecución de medidas cautelares, ante amenazas y epítetos de sus dirigentes que traspasan los limites democráticos y ciudadanos. Estas acciones persiguen deliberadamente un plan, en el cual está la matriz de estos grupos, intentar por cualquier medio que Cristina Fernández de Kirchner no termine en la cárcel de Ezeiza; acontecimiento que posiblemente ocurra muy pronto.
Así como repudió el accionar de estos grupos, no puedo dejar pasar por alto las expresiones de Hernán Lombardi, funcionario del actual gobierno, cuando dijo… “Que todos los kirchneristas son ladrones”. En principio, debería como mínimo ser más prudente, en tanto y en cuanto le hace un flaco favor en lograr achicar la famosa ‘brecha’, no sólo por ser un funcionario del riñón del Presidente, sino a su vez por caer en una generalización del conjunto, lo cual debo decirle para su conocimiento, que está usted muy equivocado. Tengo la suficiente autoridad para hacer este comentario, ya que ‘no’ me liga ningún gen al kirchnerismo, estoy en las antípodas metodológicas y políticas del gobierno anterior; conozco simpatizantes que se mantienen leales a Cristina Fernández de Kirchner que sólo viven de su trabajo diario, con esfuerzo y sacrificio como hace cualquier hijo de vecino. Iría en contra de mis principios, no salir en defensa del buen nombre y honor de hombres y mujeres que usted con tanta liviandad los trata de “ladrones”.
Por otra parte, ya ingresando en la gestión del gobierno de Mauricio Macri, deberíamos hacerle notar al Presidente en forma urgente, que si no toma medidas políticas en el corto plazo, vamos derechito a estrellarnos en el fondo del mar. Son medidas políticas porque involucran tomas de decisiones, como por ejemplo, cambios en el Gabinete Nacional. Hay Ministro que no resisten una conferencia de prensa, tienen menos cintura que un ‘Koh-i-inoor’, a usted Presidente, lo van a terminar internando y a 40 millones de argentinos… velando. La comunicación del gobierno es pésima, algunos hombres de su entorno creen que aún sigue siendo el Presidente de Boca. No sería un grave problema que le rindan pleitesías al Presidente, ocurrió en todos los gobiernos; el problema es la incapacidad e ingenuidad con la que se manejan, sumado a una buena dosis de soberbia… es el combo perfecto que nunca trae buenas noticias.
Dos hombres del gobierno nacional que muestran capacidad de gestión son el Ministro del Interior Rogelio Frigerio y su par de Finanzas Alfonso Prat Gay, a quién se le debería dar el manejo total en el área económica. Cada minuto de duda, es un día más de angustia para todos los argentinos. Se necesitan decisiones. Hay un pueblo en su amplia mayoría que aún cree en este gobierno, abandonen las redes sociales y pasen a la acción.