«Sesiones Maratónicas» en Diputados: ¿Cómo evitar debates de más de veinte horas corridas?

Una vez más la Cámara de Diputados tiene por delante una de las llamadas “sesiones maratónicas”,  esas que durante hace un tiempo largo suelen acontecer, máxime si de debate en el reciento alguna Ley Clave.

Parece complejo entender el porqué, teniendo tantos días en la semana, se suelen alargar hasta las madrugadas los debates.

Durante este año se pretendió, en el fuero interno del Congreso, la posibilidad de consensuar cambios en el reglamento de la Cámara.  La intención radicaba en lograr un acuerdo unánime de las bancadas para luego discutir el tema en la Comisión de Peticiones y Reglamento, la cual está encabezada por la entrerriana Mayda Cresto, del oficialismo.

Vale recordar que el reglamento interno de Diputados estipula en su artículo 227 que, “ninguna disposición de este reglamento podrá ser alterada ni derogada por resolución sobre tablas, sino únicamente por medio de un proyecto en forma que seguirá la misma tramitación que cualquier otro y que no podrá considerarse en la misma sesión en que hubiere sido presentado”.

Por lo tanto, las modificaciones en las que se pretenda avanzar tendrán un similar tratamiento que una ley, y deberán contar con el despacho de comisión sin excepción.

Al respecto, según pudo conocer NCN, los legisladores evaluaron la introducción de un tope horario a la sesión, poniendo como límite las 24 hs. del día en el que se desarrolla la sesión, abriendo automáticamente un cuarto intermedio hasta las 8 hs. del día siguiente.

De esta forma la sesión se reanudaría sin necesidad de volver a reunir el quórum de 129 legisladores requeridos.

En primer lugar esto evitaría que la definición de Leyes claves no se desarrolle durante la madrugada, horario en que la mayoría de la sociedad deja de seguir el debate televisado.

Otro detalle no menor es la posibilidad de que “las cuestiones de privilegios”, “homenajes” y/o “Apartamientos” sean ubicados sobre el cierre del debate mismo y no al principio como ocurre en la actualidad.

En la jornada de este miércoles se estipula que estos ítems acapararán unas seis o siete horas, tiempo que podía ser utilizado para el tratamiento directo del temario principal, el cual mayoritariamente llega al recinto con los acuerdos necesarios para ser tratado.

Estos cambios de la norma ya se quisieron establecer en 2020 pero la sospechas, por parte de la oposición, que la intención final era “instalar de manera definitiva la virtualidad” diluyeron su tratamiento. Ahora, con la Pandemia en descenso, debería ser un detalle interesante a tratar de cara al 2022.

Porque al margen de que las Leyes trascendentales deberían ser tratadas en horarios acordes, en los que la sociedad toda pueda estar pendiente, es cierto que luego de veinte horas de sesión, es casi inhumano pretender que todos los Diputados estén con los sentidos alertas, atentos y concentrados para escuchar y entender lo que se está votando.

Otro inciso interesante sería el acortar la cantidad de minutos que cada funcionario tiene al exponer, sobre todo cuando el tema esta consensuado previamente en Comisiones. Con una participación de los jefes de bloques y el presidente de la o las comisiones en los que fue debatido el Proyecto de Ley, sería más que suficiente para poder acortar tiempo valioso y hacer más ágil la acción en el recinto.

Cuestiones que sin dudas en algún momento deberán ser tenidas en cuenta para su aplicación. Claro está que esto necesita de un consenso general de cada Diputado y Diputada, pero por el bien de una sociedad democrática, para afianzar el trabajo parlamentario, es menester que ocurra lo más brevemente posible.