29 de marzo de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Una senadora oficialista pide tratar un proyecto pendiente en Diputados sobre los incendios

La Senadora nacional por el Frente para la Victoria, Silvina García Larraburu,  solicitó que la Cámara de Diputados trate de manera urgente el proyecto de su autoría que declara la Zona de Desastre y Emergencia Forestal a las zonas incendiadas.

El proyecto fue aprobado por el Senado el 29 de diciembre. Originariamente estaba destinado a los incendios que acechaban la Patagonia en aquellos días. Sin embargo, en sus disposiciones establece que el Poder Ejecutivo puede extender la emergencia a otras regiones. La iniciativa propone que el Estado Nacional asigne recursos económicos (ATN) a las provincias que sufren incendios forestales. Asimismo exige que se constituya un fondo especial para la asistencia a los damnificados y la reconstrucción de las economías afectadas.

En este sentido, la legisladora trabaja en un proyecto de ley que sirva para incrementar los recursos económicos del Servicio Nacional de Manejo del Fuego. Al respectó expresó: “Buscamos establecer un piso presupuestario mínimo que otorgue previsibilidad y convierta a la prevención y combate de los incendios  forestales en política de Estado”.

Asimismo, desde 2017 trabaja en la creación de un régimen previsional diferencial para los combatientes de incendios forestales y/o rurales. El mismo establecería el 82% móvil en su jubilación y una edad de retiro a los 57 años para los varones y 50 años las mujeres. Frente a esto argumentó: “El enorme riesgo de la tarea que desarrollan y las implicancias que acarrea a su salud, imponen la necesidad de otorgarles un mayor reconocimiento y tranquilidad”.

Sobre la cuestión ambiental general afirmó que “Los efectos del calentamiento global favorecen la propagación del fuego y extienden las temporadas de incendio, que se producen por la presencia simultánea de igniciones, naturales o humanas, vegetación densa y continua, y sequía. Todas circunstancias posibles de prever. Esto nos obliga a otorgar a las tareas de prevención y combate el rol central que merecen como políticas de Estado, dotándolas de recursos suficientes, con independencia de los avatares partidarios. El cambio climático es el gran desafío de la humanidad, y requiere que estemos a la altura de las circunstancias”.