Icono del sitio NCN

El kirchnerismo no tolera que Jujuy haya conseguido la paz. Por Luciano Rivas

En la jornada del sábado pudimos ver un nuevo ataque del kirchnerismo a la forma Republicana de Gobierno tanto en la provincia de Jujuy como en la ciudad de Buenos Aires, que deja expuesto su desprecio a las instituciones democráticas.

Es que, por un lado, se pudo observar cómo un reducido grupo de militantes rentados provenientes de otras provincias, junto al núcleo duro de tupaqueros, algunos punteros kirchneristas y dos diputados provinciales muy bien camuflados, marcharon por las calles de nuestra ciudad, supuestamente ejerciendo el derecho de protesta, pidiendo por la libertad de Milagro Sala, condenada a 13 años de prisión por defraudar al estado, entre otras sentencias dictadas en su contra.

Y digo que supuestamente ejercieron su derecho a protesta, o como correctamente se llama, «derecho de peticionar a las autoridades» porque, como siempre, ejercieron de manera abusiva, ilegítima, ilegal tal derecho.

El derecho de peticionar está pensado para requerir a las autoridades el cumplimiento de algún derecho o garantía, o para reclamar algún interés legítimo del grupo manifestante, y no como trataron de hacer este sábado, donde directamente exigían que un poder del estado no cumpliera con sus funciones legalmente establecidas.

Vemos así que el kirchnerismo junto a los diputados Alejandra Cejas y Emanuel Martín Palmieri marcharon para presionar al Poder Judicial para que este beneficie con impunidad a su «compañera», e ignore las pruebas de la corrupción y violencia padecidas por los jujeños que existen en los expedientes y otorgue aún mayores privilegios de los que goza hoy en día.

Es que recordemos que, a pesar de estar condenada en diversas causas, Milagro Sala se encuentra cumpliendo su condena en su mansión de dudosa procedencia, a diferencia del resto de los criminales comunes.

Resulta evidente que pertenecer al kirchnerismo tiene ciertas ventajas, ya que sin importar la corrupción y la violencia comprobada, se cuenta con el apoyo de algunos Ministros del Gobierno Nacional, como Agustín Rossi o Nicolas Trotta, quienes en ocasión de visitar la provincia de Jujuy por cuestiones oficiales, se hicieron un momento para visitar a la condenada en su mansión, o la Ministra Gomes Alcorta, otrora abogada de Milagro Sala, que al no poder obtener resultados positivos en lo procesal, aprovecha su cargo para insistir con la mentira de que Milagro Sala esta presa por mujer, coya y pobre.

Y esto sin mencionar el más repudiable apoyo de los diputados jujeños Cejas y Palmieri, quienes a pesar de haber sido testigos, al igual que el resto de los jujeños, de los métodos violentos y extorsivos empleados por Milagro Sala en su accionar cotidiano, estuvieron presentes exigiendo la liberación de la condenada, en un intento de que vuelvan aquellos tiempos del «todo vale», pretendiendo que vuelva el caos y la violencia a la provincia de Jujuy con la idea de obtener algún miserable rédito político personal.

Y, por otro lado, también pudimos ver como en la Ciudad de Buenos Aires, el kirchnerismo atacó, atento, directamente y a la vista de todos, a uno de los poderes constituidos de nuestro sistema Republicano de Gobierno, bajo la consigna «la Corte, la basura de la democracia».

Este gravísimo hecho, equiparable a un intento de golpe de estado, ataca a todo el Poder Judicial en su conjunto y afecta la concepción misma del estado de derecho en Argentina.

Es que, aun cuando al kirchnerismo no le guste, la función del Poder Judicial es ser un poder de control de la actividad de los otros dos poderes, garantizando el cumplimiento de los límites legalmente establecidos al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo.

Y uno sabe bien que si hay algo que al kirchnerismo no le gusta es el control.

No le gustan las auditorías, los controles de gastos, del destino de los fondos públicos, del uso de los bienes del Estado, etc., ya que ellos creen que son los dueños del Estado y del destino de los argentinos, en lugar de aceptar lo que realmente son: servidores públicos que se deben a todo el pueblo en su conjunto y no solo a un grupo de amigos a quienes se les perdona todo, siempre y cuando cumplan las órdenes impartidas, como la corrupción y la violencia.

Por esto, y al ver que no pueden obtener obediencia ciega por parte de la Corte Suprema, el kirchnerismo opta por hacer lo que siempre hace: apretar, atacar, calumniar, descalificar al que piensa o actúa diferente, o simplemente, no se alinea a las órdenes impartidas.

Y esta vez solo tiraron bolsas de basura, que además del significado simbólico, deja en evidencia el valor que la Democracia, la República, la Constitución y sus instituciones tienen para el kirchnerismo.

Quedó demostrado este sábado que el método kirchnerista del apriete y la extorsión sigue aún vigente, esta vez tratando de obtener un beneficio de impunidad para la compañera condenada y disfrazado bajo el derecho a peticionar a las autoridades, que más que una protesta legítima, se asemeja a los delitos contenidos en los Arts. 229 y 230 del Código Penal de la Nación.

Por esto, solo quiero mencionar que, aun cuando el kirchnerismo no pueda tolerar que hayamos conseguido la paz en nuestra provincia, los jujeños no vamos a permitir que regrese la violencia y la corrupción como método de acción política, ya que no solo fuimos testigos, sino que en realidad resultamos verdaderas víctimas de Milagro Sala, sus cómplices y la violencia desplegada por estos.

 

Luciano Rivas es diputado provincial del Frente Cambia Jujuy
Salir de la versión móvil