La diputada nacional Elisa Carrió (UNEN – CABA) le dirigió una carta a su compañero de coalición, el senador nacional Fernando Solanas, en la que le solicitó que «no tome café» con «personas sospechadas de corrupción»que deberían estar «sentadas ante un juez».
La legisladora por Capital Federal se refería a los dirigentes sindicales Hugo Moyano (CGT) y Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca), quienes «solicitaron una reunión con referentes de UNEN» y que hasta el momento ya se encontraron con el líder del PRO, Mauricio Macri, y el del Partido Socialista, Hermes Binner.
Carrió estimó que es «imprescindible» que «los actores del diálogo sean poseedores de legitimidad dada por sus conductas. De más está decir que no creo que ninguno de los dos convocantes a la reunión sean personas legitimadas por sus conductas, más bien todo lo contrario».
Por otra parte, en alusión a la reunión que mantuvo Binner, señaló que no hizo ningún tipo de juicio al respecto, pero resaltó que «no contribuye ni a esas fuerzas políticas, ni al carácter de la alianza que pretendemos construir, ni al país que tanto deseamos mejorar».