Palabrerío, chicanas y debates sin sentido acapararon las primeras horas de la sesión (videos)
La primera sesión en el Senado abierta por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tras el alegato público que efectuó la semana pasada en relación con el juicio conocido como Vialidad se desarrolló hoy en medio de recriminaciones entre la oposición y el oficialista Frente de Todos (FdT), que respaldó a la exmandataria y cuestionó el accionar policial frente a su domicilio.
La primera parte fue un desfilar de “cuestiones de privilegio” donde oficiliasmo y oposición no hicieron mas que chicanearse y culpar los unos a los otros de la situación actual de país.
Lo cierto es que este debate sinsentido se llevó gran parte de la jornada.
Luego se dio paso a otras dos horas de exposición en torno a dos proyectos de repudio, uno de Juntos por el Cambio contra las declaraciones de Alberto Fernández en TN y la comparación del ex fiscal Nisman y el fiscal Diego Luciani; y otro del Frente de Todos contra el accionar de la Policía de la Ciudad en Juncal y Uruguay.
Lo más increíble es que ninguno de los bloques tenía los votos y los proyectos volverán a comisión. Otra pérdida de tiempo sin lógica. Otro apice de esta Politica que lejos de estar en contacto con la gente, sentir los problemas para darle solución, gastan horas de taquigrafía con palabrerío inútil que no llevan a ningun lado.
Fernández de Kirchner dejó abierta la sesión a las 14.28 y se retiró del recinto cinco minutos después para dejarle su lugar en la conducción a la presidenta provisional de la Cámara alta, Claudia Abdala.
En el primer tramo de la sesión, legisladores del oficialismo respondieron las críticas de sus pares de la oposición hacia la vicepresidenta por la causa por la obra pública en Santa Cruz en la que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron una condena de 12 años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
El oficialismo puso a consideración un proyecto de declaración de repudio contra el accionar de la policía porteña durante la marcha de apoyo a la funcionaria que se hizo el sábado frente a su domicilio, pero al no contar con los votos necesarios para su aprobación por el pleno del Senado dejó planteado el debate para su análisis en comisión.
También incluyó en el escrito firmado por el presidente del interbloque del FdT, José Mayans; la vicepresidenta Anabel Fernández Sagasti y la presidenta del bloque de Unidad Ciudadana, Juliana Di Tullio, el rechazo a la agresión sufrida por el diputado Máximo Kirchner cuando asistió a visitar a su madre, en su domicilio del barrio de Recoleta.
En el texto, que ahora deberá ser tratado en la comisión de Asuntos Constitucionales, los senadores exhortaron además «al señor Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Horacio Rodríguez Larreta) a respetar el legítimo derecho del pueblo a manifestarse y a expresar libremente sus opiniones políticas».
En su discurso de esta tarde, Mayans denunció la vulneración de la defensa en juicio al no permitirle a la vicepresidenta declarar en el juicio oral que se le sigue por la causa Vialidad y consideró que se montó «una acción de persecución y de estigmatización» contra miembros del oficialismo.
«Acompañamos a la vicepresidenta, confiamos en ella y sabemos que hay una estrategia contra ella y no nos vamos a prestar», aseguró el senador por Formosa durante la sesión.
En contraposición, el interbloque que preside el radical de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, presentó un proyecto de rechazo a las declaraciones del presidente Alberto Fernández vertidas en un programa televisivo en el que realizó «un paralelismo» entre el fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, y el fiscal de la causa Vialidad Diego Luciani.
«Es una declaración de amedrentamiento y de apriete al Poder Judicial y no podemos dejar pasar esa declaración. Se ha montado desde el oficialismo con mucha inteligencia la construcción de una épica que pueda lograr amalgamar una idea compartida frente a un gobierno dividido e incompetente», dijo Naidenoff en su discurso.
Las recriminaciones entre oficialismo y oposición ocuparon las primeras cuatro horas de la sesión especial del Senado que había sido convocada por la vicepresidenta para tratar proyectos de ley con medidas económicas pedidas por el ministro de Economía, Sergio Massa, vinculados al sector automotriz y al de biotecnología.
En uno de los discursos más duros, la senadora del FdT por Buenos Aires Juliana Di Tulio criticó a quienes pretenden «disciplinar a la jefa política» del justicialismo, en alusión a Cristina Kirchner, y dijo que lo único que consiguieron fue «patear el hormiguero peronista y poner al Partido Justicialista en estado de alerta y movilización».
«Si lo hacen con Cristina imagínense lo que van a hacer con nosotros. Pocas veces vi tantos compañeros con tanto odio gorila», sostuvo Di Tulio, y advirtió que «no hay negación más perversa que la figura de asociación ilícita» contra quien «votamos tres veces», en referencia a las elecciones presidenciales de 2007, 2011 y 2019.
En respuesta al oficialismo, su par de la oposición, Guadalupe Tagliaferri, consideró que lo que a la oposición le preocupa «no es la alegría y el amor» hacia Cristina Fernández, sino «que con todo lo que está pasando en el país» producto de la crisis económica «se concentren sobre lo que pasa en la esquina de un barrio porteño» en alusión al domicilio particular de Kirchner.
Oscar Parrilli, senador por Neuquén del FdT, utilizó parte de su exposición para reiterar sus denuncias de espionaje contra el gobierno de Mauricio Macri al asegurar que «usó a los organismos de inteligencia para perseguir y encarcelar».