17 de mayo de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

La «otra mirada» del discurso de Alberto Fernández: habló 98 minutos, lo aplaudieron 71 veces y repitió «Argentina» en 171 oportunidades

El presidente Alberto Fernández pronunció un discurso de una hora y 38 minutos de duración durante el que recibió aplausos en más de 70 oportunidades de parte de legisladores del oficialismo mientras que algunos representantes de la oposición se retiraron del recinto cuando promediaba su presentación.

Al término de su alocución el jefe de Estado omitió dar formalmente inicio al 140 período de sesiones ordinarias del Congreso y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner dio por clausurada la Asamblea Legislativa convocada para escuchar al presidente de la Nación

En su extenso discurso el jefe de estado abogó por la paz mundial, comunicó lo actuado por su gobierno en diversas áreas, adelantó que en los próximos días llegará al Congreso el texto del acuerdo con el FMI, criticó a la oposición, anunció algunos proyectos de ley que enviará al Poder Legislativo y reiteró la necesidad de modificar el sistema judicial, incluyendo la Corte Suprema de Justicia.

El Presidente recibió los primeros aplausos en su exposición cuando reiteró que durante la pandemia “ningún argentino quedó sin atención” y destacó la campaña de vacunación que se llevó adelante para inmunizar a todos.

Luego de hablar poco más de media hora de la pandemia y las distintas tareas llevadas adelante por su gobierno en diversas áreas, el jefe de Estado abordó el tema de la deuda externa argentina recordando que en la gestión anterior encabezada por Mauricio Macri se contrajo una deuda “impagable”.

En ese sentido recalcó que “sin acuerdo no podremos construir certezas”, subrayó que el entendimiento alcanzado con el FMI “es el mejor acuerdo que se podría lograr” y precisó que “no acumulará nueva deuda” sino que “es una refinanciación”.

Además remarcó que “no habrá una reforma previsional y no habrá una reforma laboral” y fue contundente en enfatizar que “en la Argentina se acabaron los tarifazos”.

En momentos en que el presidente hablaba de la deuda externa y abordaba cuestiones políticas, cuando transcurrían 50 minutos de su exposición, varios legisladores de la oposición se retiraron del recinto molesto por las alusiones que había realizado.

Luego Fernández tuvo un cruce con el titular del interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado, el mendocino Alfredo Cornejo, al asegurarle que “yo no miento Alfredo, me conoces”.

Al finalizar su discurso olvidó el formalismo de dejar formalmente inaugurado el nuevo período de sesiones ordinarias y se retiró conversando con Cistina Fernández de Kirchner hacia la explanada de Entre Ríos donde ambos saludaron a la multitud que se concentró para escuchar su mensaje.

Las palabras más usadas

La economía ocupó un espacio central del mensaje y en esos tramos se cuentan términos como “desarrollo” (31 menciones), “producción” (22), “deuda” (18) e “inflación” (13).

El término “acuerdo” apareció 19 veces, pero sólo en 15 se mencionó en referencia a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, organismo multilateral que bajo distintas formulas fue señalado en 10 oportunidades.

Más de 20 veces se refirió -con diversos términos- al Poder Judicial y dos veces lo hizo en referencia directa a la Corte Suprema de Justicia.

Un dato colorido es la mención a exprimeros mandatarios: Alberto Fernández criticó a Mauricio Macri en dos ocasiones, nombró a Néstor Kirchner por el nombre del gasoducto de más de 1000 kilómetros que demandará 2.500 millones de dólares de inversión, y a Cristina Kirchner por ser, junto a él, los únicos presidentes sin presupuesto desde el retorno desde la democracia.

El Presidente parafraseó a Juan Perón cuando afirmó que “para un argentino nada debe ser más importante que otro argentino” y citó hacia el final de su discurso al autor británico Charles Dickens para describir el momento actual: “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos”.

Finalmente, fueron 7 las menciones a las Islas Malvinas y, en lo que respecta al conflicto bélico que se desarrolla en Europa fue descrito al inicio de su alocución con una mención a Rusia y otra a Ucrania.

El Cuerpo Habla

El Especialista en Comunicación no Verbal, Marcelo Sola, hizo un análisis de la postura y los movimientos del Presidente y Cristina Fernandez de Kierchner, para entender que “decían sus cuerpos” cuando la palabras eran otras.

“Cristina le estrechó ambas manos al Presidente cuando llegó al Congreso en un saludo frío y distante. Antes de comenzar a caminar, ella se da vuelta y parece recordarle que se quite el barbijo, ya que Alberto lo hace inmediatamente. Luego él camina por detrás de Cristina. Puede ser por cortesía, pero podría haber caminado a su lado ya que es el primer mandatario”, analizó a Sola.

“Alberto, se lo ve contento y distendido al saludar, pero luego se pone nervioso en el momento de la firma de actas y luego al ingreso del recinto también nervioso y más rígido. Alberto estaba muy cuidadoso al hablar al principio. Y se notó el nerviosismo del ambiente cuando algunos legisladores le pedían un minuto de silencio por las víctimas fatales del coronavirus y de la invasión de Rusia a Ucrania”, precisó el especialista, que es director de la consultora HCC Integral.

 “Cuando habló del tema del endeudamiento con el FMI, el presidente elevó la voz y se mostró más tenso. Como enojado, con un rostro adusto. También quiso poner un tono firme cuando dijo que en Argentina se habían terminado los tarifazos. Siempre se lo notó tenso y nervioso. Luego de la ida de Juntos por el Cambio del reciento, las equivocaciones disminuyeron. No se trabó tanto. Estaba más tranquilo a la hora de comunicarse. Entró en una zona de confort con más seguridad para terminar su discurso” explicó al portal Infobae.

Por su parte, Cristina estuvo cuidadosa, seria y distante durante todo el discurso de Fernández. “A Cristina la vi cuidadosa, poco comunicativa con Fernández. No hubo mirada de ningún estilo. Su expresión corporal desde el principio fue la de estar esperando que la saludaran”.

También analizó la actitud del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof: “Me llamó mucho la atención Axel Kicillof. Lo vi ausente, como distante. No lo ví nunca comprometido con la comunicación visual. Mirando hacia abajo o a otro lado, o usando el celular”.

“A Massa se lo vio siempre igual. Frío, rígido. Muy cuidadoso en los gestos y en el acto discursivo del otro. No gesticula. Tiene una rigidez corporal permanente y se lo notó muy estructurado. Solo al final del discurso hizo el gesto del V para saludar a los legisladores”, cerró Sola.