2 de mayo de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

A un mes del atentado contra CFK: ¿Qué se conoce, cuantos detenidos hay, cómo avanza la causa?

Hace poco  más de 30 días, los argentinos, fuimos testigos en directo y observamos con asombro y estupor como, en plena democracia, un civil apuntaba un arma a centímetros de la cabeza de la Vicepresidenta y gatillaba dos veces. El disparó no salió pero la imagen generó una series de sensaciones vírgenes para quienes nacieron desde el 83 a esta época. A un mes del fallido magnicidio en NCN repasamos que se sabe hoy del atentando contra Cristina Fernández de Kirchner.

Los detenidos

Son cuatro hasta el momento los civiles detenidos  procesados. Entre ellos el agresor Fernando Sabag Montiel y su pareja Brenda Uliarte. La justicia intenta avanzar sobre posibles autores intelectuales del plan magnicida, para lo que fueron concretadas medidas de prueba cuyo objetivo trazar perfiles económicos de los imputados y evaluar sus conexiones y contactos.

Del análisis de las conversaciones telefónicas de Uliarte se recabó información sobre otros presuntos involucrados y en las últimas horas se concretó la detención de Agustina Díaz, amiga de Uliarte, y Gabriel Nicolás Carrizo, supuesto referente del grupo “los copitos”, como se denominaba esta banda por su trabajo como vendedores de algodón de azúcar.

Sabag Montiel y Uliarte fueron procesados con prisión preventiva por Capuchetti el 15 de septiembre por tentativa de homicidio calificado, agravado por el empleo de armas de fuego, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, además de la portación ilegal de arma de guerra, proveniente de un robo, y acopio de municiones sin autorización legal.

La investigación judicial por este intento de homicidio contra Fernández de Kirchner quedó a cargo de la jueza federal de turno María Eugenia Capuchetti, titular del Juzgado Federal N°5, y del fiscal Carlos Rívolo.

El Arma

El arma que utilizó Sabag Montiel la noche del atentado es una pistola de la marca argentina Bersa, calibre. 32, modelo Lusber 84, según consta en la causa judicial. El informe elaborado por la División de Balística de la Policía Federal Argentina determinó que “el arma incautada resultaba apta para producir disparos y que, incluso, habría sido disparada con anterioridad”.

 

El móvil económico

Un mensaje de WhatsApp escrito por Sabag Montiel el 15 de agosto y detectado por la querella que representan los abogados José Maunel Ubeira y Marcos Aldazaba robusteció la idea de que los atacantes pudieron haber recibido una dinero a cambio de intentar asesinar a Cristina Kirchner, como así también para hacer inteligencia previa.

«Yo quisiera hacerme el vendedor de copos (de nieve azucarada) y meterle un corchazo», había escrito en un grupo en el que luego, al referirse a su pareja Brenda Uliarte, agregó: «Yo a ella la trato de bajar, pero a mí me importa la plata, si nos compran o le dan un laburo, ya está salvada, bienvenido sea».

Esos mensajes fueron volcados en una presentación que hizo la querella la semana pasada ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo quien, desde el comienzo de la investigación trabajó en la elaboración de perfiles económicos de los imputados, que por ahora no arrojaron mayores novedades.

En ese escrito también se recordaron los mensajes encontrados en el celular del procesado Nicolás Carrizo, jefe del grupo de supuestos vendedores de copos de nieve, donde Joana Colman, a quien tenía agendada como «Joa», decía: «Por otra fuente sé que lo hizo por plata, por acomodo, así que el chabón en cuatro años ponele que sale y sale reacomodado mal, eh».

El departamento

La hipótesis de que los agresores habrían accedido a financiamiento para ejecutar el plan magnicida se vio engrosada además cuando los investigadores encontraron en el teléfono de la detenida y procesada Uliarte información que daba cuenta que habían intentado alquilar un departamento en Recoleta, donde los precios no son accesibles.

Fuentes de la investigación señalaron que se halló un video de un departamento que le habría sido enviado quien intentaba darlo en alquiler por lo que, por estas horas, la fiscalía intenta reconstruir ese contacto con el objetivo de obtener algún testimonio que permita profundizar esa línea de investigación.

Los celulares

La investigación avanzó a lo largo del primer mes sobre información surgida de los teléfonos celulares secuestrados en la causa: los dos principales fueron el de Uliarte y el de Carrizo, el líder de la banda de los «copitos» -como los mencionan en la justicia- que se presentó junto con ella el 2 de septiembre en una entrevista que le dieron a Telefé.

En el teléfono de Uliarte los investigadores se encontraron, por ejemplo, con las conversaciones que mantuvo con la también detenida Agustina Díaz con la quien desde hacía meses comentaba su intención de matar a la vicepresidenta y en los días posteriores al ataque hablaron sobre borrar el contenido de su celular para evitar ser alcanzada por la justicia.

 

La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) trabaja por estas horas, por orden de la jueza Capuchetti, sobre el contenido de una decena de teléfonos secuestrados entre los que están los de Uliarte, Carrizo, Díaz y los obtenidos en las últimas horas: el de «Joa» y el de Jonatan Posadas, «Jony White», a quien Carrizo le manifestó el plan de matar «al jefe de la Cámpora».

El análisis del contenido de esos celulares se hace de forma simultánea en la PSA y también en el juzgado que recibe el contenido en crudo y hace su propio análisis, según detallaron fuentes de la investigación que agregaron que también se analizan los celulares de los cuatro supuestos vendedores de copos que fueron a la entrevista de Telefé junto a Uliarte y Carrizo.

La Custodia en la mira

Tras el intento de asesinato, dado el contexto y la reacción posterior, el actuar de la custodia de Cristina Fernández fue puesta en observación por los expertos. Se trata de la División Custodia Vicepresidencial -o Custodia Vicepresidencia o Vicepresidente, según las resoluciones oficiales, que depende de la Policía Federal, que a su vez depende del ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández.

El sábado 27 de agosto, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires había reprimido a militantes del kirchnerismo que se habían congregado frente a la esquina donde se ubica el departamento de la ex presidenta en repudio al proceso judicial que enfrenta Fernández de Kirchner por los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta. Los vecinos de la zona habían denunciado disturbios y ruidos molestos.

Luego de eso, el ministro Fernández señaló: “Hemos tomado la decisión de ampliar la custodia de la compañera Vicepresidenta de la Nación, a la custodia de su domicilio, independientemente de la custodia personal de la PFA que siempre la asistió”. Hasta el momento, la seguridad de esa zona estaba a cargo de la Policía de la Ciudad.

Otros casos similares

El antecedente más reciente de atentado contra la vida de un político con arma de fuego es el del 26 de agosto de 2021, cuando en plena campaña electoral el diputado provincial de Corrientes Miguel Arias (PJ-Frente Corrientes de Todos) fue baleado a en la localidad de Tapeibecuá, durante un acto.

Más atrás en el tiempo, el 9 de mayo de 2019, el diputado nacional Héctor Olivares (Unión Cívica Radical -UCR-) fue atacado a balazos cuando caminaba por la Plaza Congreso, en la Ciudad de Buenos Aires, junto al funcionario provincial Miguel Yadón, quien murió en el acto. El diputado falleció 3 días después del ataque.

Otro intento de atentando sucedió el 23 de febrero de 1991 en San Nicolás, Provincia de Buenos Aires, durante un acto de campaña, cuando un hombre disparó contra el ex presidente de la Nación Raúl Alfonsín (UCR), que se salvó porque el arma tuvo un desperfecto y la bala no salió.

El ex presidente Alfonsín también había sufrido otros 2 ataques: el 19 de mayo de 1986 se había desactivado un artefacto explosivo en Córdoba durante una visita del ex mandatario; y el 6 de octubre de 1989 una bomba estalló en el edificio de la calle Ayacucho al 100.

(video gentileza TeLeFeArch)

Además de estos atentados, se cuentan los magnicidios del dictador Pedro Eugenio Aramburu, en 1970 y del senador Enzo Bordabehere, en 1935.