26 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Alejandra Martinez le respondío a Mariana Zuvic sobre sus dichos en que refiere a la UCR santacruceña como «pechos frio»

La diputada nacional por UCR-Jujuy Alejandra Martinez emitió un comunicado respondiendo los dichos de la diputada del Parlasur Mariana Zuvic: «Yo no podría ser radical, porque el kirchnerismo en Santa Cruz fue gracias al radicalismo, una cosa que a mí me genera rechazo son los pecho frío». Comunicado completo:

Mariana Zuvic, dirigente de la Coalición Cívica y parlamentaria del Mercosur, atacó cobardemente a la Unión Cívica Radical (partido al que pertenece su marido, Eduardo Costa) en declaraciones recientes. En este sentido, atribuyó el flagelo del kirchnerismo a la UCR santacruceña, tildando a los correligionarios de “pechos fríos”.
Quiero recordarle a la señora Zuvic que se está refiriendo al partido del Nunca Más y el Juicio a las Juntas; de correligionarios que perdieron la vida a manos de la Dictadura Militar por presentar hábeas corpus y defender los DDHH mientras otros se dedicaban a perseguir deudores hipotecarios. Está aludiendo al partido de Alfonsín, que juzgó a los genocidas cuando su poder aún se encontraba intacto, y que enfrentó los sucesivos levantamientos militares y el sabotaje del sindicalismo peronista.
En la UCR no hay “pechos fríos”. No lo fue Alem cuando encabezó la Revolución del Parque. No lo fue Yrigoyen cuando se impuso al fraude, consagrándose como el primer Presidente verdaderamente democrático en nuestro país. No lo fue Illia cuando renunció a su jubilación como primer mandatario para legarnos un ejemplo de austeridad y compromiso. Nuestros militantes se forman en esos valores, peleando por la democracia y la República en todos los ámbitos, desde la Universidad hasta los barrios. Esa experiencia de militancia es necesaria para entender lo que significa la UCR.
Hoy en día los radicales seguimos enfrentando la corrupción. Gerardo Morales ha encabezado un proceso de regeneración institucional inédito en Jujuy, que posiciona al partido en la vanguardia de la lucha contra la impunidad. Esa lucha está en nuestro ADN, al punto de que los corruptos sólo pudieron derrotar a su marido, Eduardo Costa, echando mano a una ley de lemas fraudulenta. El radicalismo está llamado a recuperar Santa Cruz.
Zuvic también señala el presunto machismo de la UCR, alegando que las mujeres radicales sólo estamos para “servir café”. Esta apreciación me ofende en forma profunda. Las mujeres del radicalismo hemos levantado históricamente las banderas de la igualdad de género. Basta recordar a luchadoras como Elivra Rawson, que estuvo entre las primeras sufragistas argentinas; o a correligionarias que aún hoy siguen peleando por la agenda de género en todos los ámbitos, como Norma Allegrone, María Luisa Storani o Mabel Bianco.
Apenas recuperada la democracia, Alfonsín creó la Coordinación de Asuntos de la Mujer y posteriormente la elevó a Subsecretaría Nacional de la Mujer, quedando ambas a cargo de la gran feminista Zita Montes de Oca. El radicalismo ha promovido conquistas íntimamente ligadas con la emancipación de la mujer, como la patria potestad compartida, el divorcio vincular o el primer plan de igualdad de oportunidades en la Ciudad de Buenos Aires. Hallamos a radicales acompañando la sanción de la Ley 26.485 y el protocolo facultativo de la CEDAW, como así también las leyes de educación sexual integral y de salud sexual y reproductiva.
En la actualidad las mujeres radicales, junto a militantes y dirigentes de muchos otros espacios, estamos trabajando por la jerarquización del Consejo Nacional de las Mujeres, por la privación de la responsabilidad parental a los femicidas y por la equidad de género en el armado de las listas. No nos dedicamos a “servir café”, sino a luchar por una sociedad más igualitaria y libre de discriminación.
Sabemos que la situación de Santa Cruz es angustiante, y creemos que Zuvic debe focalizar allí todos sus esfuerzos, compitiendo en su distrito para contribuir a las transformaciones que tanto se necesitan. No corresponde, en cambio, que hable desde la ignorancia o la mala fe sobre un partido cuya historia desconoce. Está ofendiendo a la militancia del radicalismo sin ningún propósito, y reeditando los discursos de antagonismo político que tanto daño nos hicieron en los doce años de kirchnerismo. No es ésa una actitud digna de una dirigente que pretende acompañar el cambio en nuestro país, y esperamos su pronta rectificación.

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