11 de noviembre de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Argentinos, despojados de sus riquezas; por Pablo Peker*

Argentina está padeciendo un sistema de saqueo, exacción y confiscación con el consecuente empobrecimiento de los argentinos cuyo principal combustible es la pretendida o mal llamada deuda externa que no es otra cosa que una estafa colosal comprobada en sede judicial. Deuda que se constituye en una poderosa arma parasitando y dejando exangüe a la nación Argentina ya que responde a los fines de la Plutocracia Internacional realmente existente.

La Argentina lleva cuatro décadas fuertemente esclavizada por la estafa llamada deuda externa, parte de la cual ni siquiera llegó a nuestro país.

Nos hicieron creer que la riqueza de un país está principalmente en endeudarse con la banca internacional y que la culpa de las asimetrías socio/económicas en el orden interno es solamente de determinados sectores de la población local.

Para cumplimentar con pagos del servicio de la deuda, el estado nacional oficia el papel de recaudador, aumentando exorbitantemente la presión impositiva sobre la población en general y ensanchándose la cantidad de contribuyentes. Durante muchos años, a la par de una inflación creciente, las escalas de los contribuyentes permanecieron intactas y luego levemente fueron actualizadas, siendo un ejemplo notorio de ello el caso de los Autónomos.

Decíamos que con el sistema de endeudamiento y pago puntuales de intereses el pueblo argentino sufre el aumento de lo impositivo, generando ello el incremento de la miseria y el sufrimiento en los sectores más postergados de la sociedad argentina ya que millones de compatriotas que subsisten en la economía informal también son alcanzados por los tentáculos de exacción compulsiva del sistema. En efecto, los confiscados impositivos al ver disminuida su capacidad económica y poder adquisitivo, inyectan menor cantidad de dinero en la economía informal. Sumado a ello la existencia real de la tasa de interés como factor inflacionario configurando mecánicas bien conjugadas entre sí para pauperizar profundamente y convertirlos en parias existenciales a dichas personas .

No conforme con ello, la administración Macri/Cambiemos dispuso recientemente que los bancos utilicen parte del ahorro de los argentinos para comprar bonos de deuda soberana argentina, sufriendo los ciudadanos el aumento de la inexistencia de las obligaciones del estado. Aquellos cada vez más van perdiendo derechos y beneficios que el estado debería darles por mandato constitucional.

En Argentina, la banca internacional a través de sus operarios -tecnócratas, intelectuales, políticos profesionales y periodistas – ha colocado a la población en una trampa para que la misma nunca pueda salir y viva esclavizada y humillada.

Innúmeros estudios socio/económicos/demográficos demuestran lo asertivo de lo aquí expuesto.

El sistema parasitario se fortalece, al tiempo que debilita a los argentinos; es un método de esclavitud moderno avanzado que nos obliga a trabajar para el opresor y entregarle mansamente nuestras riquezas reales a cambio de nada. Mientras más demoremos en terminar con la parasitosis que nos enferma más débiles estaremos para lograrlo y más fortalecemos al parásito opresor.

Por ello y ante semejante engaño y monstruosidad operantes, los argentinos de alma y corazón tienen que concienciar con la verdad y claridad necesarias sabiendo que dicha lucha es principalmente espiritual porque es el Bien Común Patrio contra el individualismo más bestial, signado por el egoísmo y la codicia. En otras palabas, se da la pugna entre el interés nacional y el interés de la élite globalizadora. La Argentina Libre, Justa y Soberana contra Mammón.

Por lo tanto, la victoria del pueblo que se piensa y se siente argentino sólo se dará empleando la verdad y el amor y optando por el Señor correcto ya que en las Sagradas Escrituras está que no se puede servir a dos señores.1

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1- Mateo 6:24

*Pablo Peker, es argentino, padre de familia y publicitario.

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