9 de mayo de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Cambios en los regímenes de licencias maternales, paternales y parentales: los detalles

En una reunión conjunta, las comisiones de Legislación del Trabajo, Mujeres y Diversidad dela Cámara de Diputados, analizan cambios en los regímenes de licencias maternales, paternales y parentales.

Ahora las madres tienen 90 días de licencia para la última etapa del embarazo, el parto y el puerperio. Un tiempo que está por debajo del mínimo que estipula la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Si la norma se aprueba las mujeres pasarían a tener 126 días para amamantar, cambiar pañales, levantarse de noche y aprender a vivir con un bebé a upa. En la sesión del martes, además del proyecto del Poder Ejecutivo, se van a tratar otras iniciativas que también buscan extender las licencias maternales y parentales.

En el proyecto de ley de sistema de cuidados en ocho años los padres tendrían la misma licencia que hoy tienen las madres en Argentina: 90 días

Avance progresivo

Pero si el SINCA avanza los varones y personas no gestantes pasarían de la (irrisoria) cifra de 2 días (menos que un fin de semana largo) a 15, por lo menos para llegar a ir a comprar pañales y ayudar a calmar los primeros llantos y dar los primeros baños. Pero el beneficio iría in crescendo: en dos años la licencia se extendería a un mes y en cuatro años a 45 días. Las mejoras se prevén progresivas y en seis años ya sería de dos meses. Lo bueno tarda, pero llega: en ocho años los padres tendrían la misma licencia que hoy tienen las madres en Argentina: 90 días.

En teoría, en el 2031, un papá tendría tres meses sin ir a la oficina, al taller, ni a la fábrica. Y no es que tendría que trabajar en su casa entre llantos y canciones de cuna. Se quedaría preparando mamaderas, sacando a pasear al bebé en cochecito o cocinando para que la mamá pueda amamantar. Pasar de un sábado y domingo -solo dos días- a un trimestre completito es un cambio radical entre una paternidad que apenas espía por la cerradura la llegada de un hijo a otra que va a zambullirse en la inmensa odisea de criar.