De Ferrari: Ante las inundaciones, «el Estado mira para otro lado»
La diputada nacional Patricia De Ferrari (UCR – Córdoba) reiteró el reclamo para que los gobernadores provinciales ejecuten y den cuenta del uso que han hecho de los fondos hídricos y para que el Poder Ejecutivo Nacional dé respuestas rápidas y adecuadas para los inundados.
Con la mira puesta en las inundaciones que golpearon fuertemente en varios puntos del país y con mayor intensidad en Buenos Aires, la referente radical subrayó que «es evidente que poco se ha avanzado desde 2006 a la fecha en las obras de infraestructura necesarias para cumplir con el plan de sistematización de excedentes hídricos saneando cuencas que están en las provincias centrales y poder darle una buena calidad de vida a la gente».
Al respecto, consideró que «muchos santafesinos, cordobeses y bonaerenses, viven sabiendo que en cualquier momento deberán salir de sus casas en bote, por la ineficacia de quienes deben administrar el Estado, conocen el problema y gastan en otro lado”.
En ese sentido, De Ferrari cuestionó las celebraciones de Daniel Scioli y José De La Sota tras las elecciones PASO: “El domingo, los gobernadores de Buenos Aires y Córdoba estaban exultantes hablando de los resultados de las presidenciales y diciendo lo bien que va a estar la Argentina a través de sus administraciones. Mientras tanto, miles de ciudadanos estaban con el agua a la cintura, o en centros de evacuados, penando por la ineptitud de los que usan al Estado únicamente como plataforma para dar rienda suelta a su vocación de poder”.
Finalmente, la legisladora recalcó que las inundaciones no tienen relación con una lluvia puntual, sino que son «cuestiones estructurales a resolver de forma integral con planes que incluyan las cuencas que pasan por Buenos Aires y Santa Fe, ya colapsadas por la cantidad de agua recibida».
Asimismo, De Ferrari sintetizó: «El problema se conoce, los fondos están y el fenómeno del Niño viene con más fuerza. Córdoba recibe agua que no puede retener. Suelos saturados, diques llenos, ríos caudalosos en invierno, no pueden ser ignorados. Estamos una vez más frente a las condiciones de una tragedia anunciada. Es imperativo que dejen de tomarnos por tontos y se ocupen de los excesos hídricos y su impacto en las vidas y en los bienes de personas y de las ciudades en el interior”.