26 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

La Unión «Cínica» Radical por Miguel Angel De Renzis

El diccionario de la lengua española define como adjetivo de una persona cínica cuando actúa con falsedad, desvergüenza, o en forma descarada.

Cuando se trata de una organización política la falsedad está en decirse “defensor de la Constitución Nacional, las leyes, la democracia, la Republica, las libertades” y ejercer exactamente al revés de lo que se pregona.

El actual presidente de la Unión “Cínica” Radical asumió la presidencia en el año 2017 y se llama Alfredo Víctor Cornejo Neifa. Nació en Eugenio Bustos el 30 de marzo de 1962, es mendocino, y ocupa una banca de diputado nacional desde el 10 de diciembre de 2019.

Anteriormente Cornejo fue intendente del departamento de Godoy Cruz desde el año 2007 hasta el 2015, en que asumió la gobernación de la provincia de Mendoza, con la misma boleta que hizo presidente a Mauricio Macri.

Es presidente de un partido llamado la Unión Cívica Radical, que se cansan de decir que son la democracia misma.

Sin embargo, ningún miembro del Comité Nacional, ni el más raso militante dijo una palabra cuando el diputado nacional propuso la secesión de Mendoza y Córdoba para hacer otro país.

No hubo un solo reproche partidario, a pesar de que el presidente de este partido está al borde de la traición a la Patria. Hasta el momento tampoco hubo sanción en diputados. Pero Cornejo no es el único.

El actual gobernador radical de la provincia, Rodolfo Suarez, que firmó el comunicado de Cambiemos en contra de las medidas preventivas por la pandemia, en su provincia aplica severas multas al que las viola. Otra muestra de cinismo.

Tampoco hubo nadie en Córdoba del partido radical que dijera nada, hace un año, cuando el ex concejal de Capilla del Monte, Julio Carballo, quien también fuera secretario del Consejo, pidió que el COVID llegara a La Matanza para “que se murieran tres o cuatro millones de negros, así se produce una limpieza étnica”.

Por lo cual no debe llamar la atención que la senadora provincial mendocina Hebe Casado, integrante del bloque de Cambiemos, aunque representa al PRO, pidió por las redes al enterarse que Fernández estaba contagiado, que lo mismo le ocurriera a la vicepresidenta.

Pero el cinismo mayor llegó cuando la formula radical Tamborini Mosca de la Unión Democrática fue derrotada por la de Perón – Quijano, donde el verdadero yrigoyenismo radical formó el naciente peronismo.

Allí habían utilizado la campaña de desprestigio contra Perón acusándolo de nazi, tres radicales que se reportaban a la embajada inglesa: Silvano Santander, Miguel Angel Zavala Ortiz y Arturo Mathov.

Como no les alcanzó, el partido de la democracia y la república, conspiró contra lo que había elegido el pueblo en dos frustrados alzamientos en el 51 y en el 53, y después fueron parte activa en el 55.

El 15 de abril de 1953, mientras el presidente Perón le hablaba desde los balcones de la Casa de Gobierno a los trabajadores, denunciando a empresas que escondían alimentos y aumentaban los precios, estallaron seis bombas.

Uno de los terroristas hoy tiene como homenaje una estación de subterráneo. Por entonces era estudiante de ingeniería. Se llamaba Roque Carranza y fue ministro de Alfonsín. Murieron 30 personas y 19 quedaron lisiados. El jefe de los terroristas era Arturo Mathov.

La Unión “Cínica” Radical también tuvo un capitán del ejército Desiderio Fernández Suarez, que intentó asesinar a Perón días previos al 17 de octubre. Este personaje tendría activa participación en los fusilamientos de 1956.

Así como Zavala Ortiz, canciller de Illia, ametralló desde los aviones que bombardearon Plaza de Mayo con más de 300 muertos, también fue el encargado de evitar el retorno de Perón durante el gobierno de Illia, donde el embajador inglés y el norteamericano operaron para detener el vuelo en Brasil en el que venía Perón a Buenos Aires.

A esta altura, los lectores se preguntarán lo difícil que va a ser que alguno le pida explicaciones a Cornejo.

En la fusiladora de Rojas y Aramburu dos radicales, Eugenio Blanco, ministro de Economía, y Raúl Prebisch, un tucumano que trajo la idea de hacernos socios del Fondo Monetario, lograron en dos años, transformar la Argentina de Perón, un país acreedor, en la Argentina de la fusiladora como país deudor. Raúl Prebisch también fue asesor de Raúl Alfonsín.

En sus propios orígenes tuvieron discusiones con el radicalismo antipersonalista que llegó a presentar la formula Leopoldo Melo y Víctor Gallo, en contra del yrigoyenismo. En 1932 integraron la Concordancia junto con los demócratas nacionales y los socialistas independientes.

En 1936 estalla un escándalo con las compañías eléctricas que salpica al presidente Marcelo Torcuato de Alvear, que sumado al escándalo de las tierras del Palomar en un negociado de otro presidente radical, Ortiz, son episodios de alta corrupción que nunca pudieron borrar.

Los concejales radicales de la Ciudad de Buenos Aires permiten un negociado de la Italo para quedarse con el monopolio eléctrico que hizo que durante mucho tiempo se dijera que el edificio de Tucumán 1660 del barrio de San Nicolás, sede del Comité Central de la UCR Capital, “tiene electricidad”. En clara alusión a que en los sobornos cobrados también estuvo el edificio.

Alvear puso la piedra el 18 de mayo de 1939, y el 26 de julio se inauguró con la dirección del arquitecto Martin Noel y del ingeniero Manuel Escasany. Pese a la historia turbulenta del edificio el 20 de marzo del 2014 la Legislatura porteña lo declaró sitio histórico.

Hay más de la Unión “Cínica” Radical. El 16 de mayo de 1940 estalla el escándalo de las tierras del Palomar. Compraron tierras para el Colegio Militar, las pagaron con sobreprecios, y terminó en un tambo.

Ortiz renunció a la presidencia y junto con él, siete ministros. Y el vicepresidente Castillo se hizo cargo del Ejecutivo.

Para no hacerlo tan largo, cuando la dictadura de Lanusse, presionada por el Cordobazo, el rosariazo y otras manifestaciones del pueblo, debió llamar a elecciones, el partido puso a Arturo Mor Roig como ministro del Interior para asegurar el triunfo de Balbin, que fue derrotado por Cámpora.

En el último golpe de estado contra el gobierno peronista de Isabel pusieron cientos de intendentes en todo el país y varios funcionarios que llegaron a la Casa de Gobierno de la dictadura de la mano del general Villareal. Entre ellos, Raul Castro Olivera, Victorio Sanchez Junoy, Virgilio Loiacono que además fue funcionario de De la Rua, Jose Maria Lladoz, Francisco Mezzade, Ricardo Yofre, Carlos Parlucci Marvis, o el constitucionalista Felix Loñ. Por nombrar algunos de los que participaron de la dictadura más sangrienta.

Sin contar los funcionarios de la Junta Consultiva de Lonardi, ni el Plan Conintes del radical Frondizi, ni el desaguisado de José María Guido, ni la violación de la tumba de Perón durante el gobierno de Alfonsín, ni las cajas PAN o los pollos de Mazzorin, o el helicóptero de De la Rua con el país lleno de muertos.

Por favor, bajen el tono y no conspiren más. Tienen que preguntarse por qué nunca terminaron un gobierno. Cuando terminaron en la sociedad con Macri fue casi el émulo de Alvear, por ser liberal pudo terminar.

Y no se olviden, nacieron en la revolución del Parque tirando tiros. Traten de volver a ser un partido político y expulsen a Cornejo de sus filas. Eviten ser la Unión “Cínica” radical.

 

 

Miguel Angel De Renzis es periodista y conductor

Podes seguirlo en AM 650 Radio Belgrano

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