8 de octubre de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

López Murphy polémico: «No hay 30.000 desaparecidos, ese fue un número inflado»

En medio de la campaña por llegar a la Cámara de Diputados, el precandidato de Republicanos Unidos, Ricardo López Murphy, entró en terreno pantanoso al sostener que “No hay 30.000 desaparecidos”, en torno a la cantidad de muertes en la última dictadura militar.

El ex integrantge de la Alianza, sostuvo que cree en lo que manifestaron la exintegrante de la CONADEP Graciela Fernández Meijide y el exministro de Cultura porteño Darío Lopérfido, “lo que está en los documentos oficiales”.

Murphy argumentó que la cifra oficial es “la que corresponde a documentos emanados de la Procuración, del ministerio de Justicia, de la CONADEP” y que “no hay secretos ahí”.

Para el economista “ese número se originó para llamar la atención de los europeos en el proceso del terrible conflicto interno que se vivió” y fue “artificialmente inflado”. Pese a la magnitud de sus declaraciones planteó que “si son 30.000 o 7000 es una tragedia igual, es una barbaridad”.

Dijo que no tiene ganas de discutir “los episodios de los ’70, un problema que ocurrió 45 años atrás″, pero que si lo “obligan” lo hará, y confirmó sus manifestaciones: “Lo que creo lo creí en el pasado, lo creo ahora y lo creeré en el futuro”, en declaraciones a A24.

Mencionó la norma que se dispuso durante el gobierno de Carlos Menem “para compensar a los que habían sufrido persecución”, y criticó: “Lo que siempre dije es que tenía que haber una ley pareja para los que sufrieron la agresión terrorista. Como los soldados conscriptos que defendieron en Formosa valientemente el regimiento ante el ataque de las fuerzas subversivas”.

Vale recordar que, en 2016,  Lopérfido planteó que en el país “no hubo 30 mil desaparecidos” y que “se arregló ese número en una mesa cerrada”. Calificó a la Argentina como “un país con una historia violenta pero no menos violenta que en otros países del mundo” y opinó que “la historia argentina dice que los Montoneros construyeron la democracia cuando en realidad la atacaron”. Sus declaraciones generaron un fuerte rechazo de organismos de derechos humanos y del propio jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Finalmente Lóperfido renunció, en medio de la controversia.

Por su parte, la ex integrante de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, Fernández Meijide, consideró que la cifra de 30 mil desaparecidos fue “un invento” de los exiliados en España, que los números “son todos los publicados por la CONADEP” y que se pudieron documentar 7954 casos.

No son los únicos casos de negacionismo, puesto que el pasado 24 de Marzo, Juan José Gómez Centurión, ex candidato a presidente y actual precandidato a Diputado por el “Frente NOS”, refirió al caso, cuando compartió en sus redes sociales una polémica publicación, en la que puso a la venta un buzo con un claro mensaje político sobre el número de desaparecidos durante la última dictadura militar.

Otro caso que esta «más fresco» en la memoria colectiva, fue el de la diputada provincial Hebe Casado quien, en medio de la pandemia, manifestó desde su cuenta de Twitter que ahora «son 30 mil, no como los otros 30 mil», haciendo alusión a los desaparecidos durante la última dictadura militar de Jorge Rafael Videla.

Acaso sin negar el número, pero también en plena Pandemia, procedió el senador porteño Martín Lousteau (UCR-JpC), cuando comparó en una entrevista periodística los 30 mil detenidos-desaparecidos de la última dictadura cívico militar con los 100 mil muertos que produjo la pandemia de la covid-19.

«El señor Lousteau compara lo incomparable. Los 30.000 son muertos, fueron asesinados, torturados, desaparecidos. Y nuestros 100.000 son fallecidos, a pesar de las atenciones que el Estado brindó para cuidarlos, pero sus cuerpos no resistieron», sostuvo Sapag en el recinto. Losteau, presente en esa sesión prefirió no responder ni brindar explicaciones.

Si ya la carrera para llegar al Congreso venía aspera con los temas conyunturales que atraviesa a la Argentina, ahora Ricardo López Murphy puso el “dedo en la llaga” en un debate que promete acarrear repercusiones.