19 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Un acto de justicia por Isabel Perón en «el atardecer de su vida»

En el natalicio número 91, hoy 4 de febrero, de la ex presidente de la República Argentina, María Estela Martínez de Perón (Isabelita), se anunció el pedido judicial para dar por finalizada la proscripción que sufre en su propio país.

En la sede central de la CGT, el sindicalista de los Judiciales y peronista histórico, el Dr. Julio Juan Piumato, realizó una conferencia de prensa para presentar el pedido que llevará a la Justicia convocando a la reparación de las injurias y exilio que ha tenido que soportar Isabel Perón. Representada por el Dr. Mario H. Laporta, la iniciativa exige el cierre de las causas contra quien fuera Presidente de la Nación entre el 1° de julio de 1974 y el 24 de marzo de 1976, y primer mujer en ocupar ese cargo en Argentina y en el mundo.

«Un acto de justicia por Isabel Perón. Por el fin de la persecución judicial que la mantiene en el exilio», reza el comunicado sobre el pedido a Comodoro Py con su proclama al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 5, a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti.

El objetivo es, según el secretario general de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación, «contribuir a la verdad y a la justicia de quien ha sido y continúa siendo objeto de la injuria planificada, la indiferencia y el silencio».

María Estela Martínez de Perón, que acompañó a su esposo Juan Domingo Perón en la fórmula presidencial Perón-Perón en las elecciones de septiembre de 1973 y lo sucedió tras su muerte en 1974, carga con acusaciones que la vinculan a las acciones violentas de la Triple A.

Al respecto, el pedido de cese de citación a indagatoria- extradición y sobreseimiento a Isabel Perón, define en el punto 2: “La injusta acusación que pesa sobre MARÍA ESTELA DE PERÓN  es tan difusa como difundida y está claramente vinculada en forma genérica e indeterminada a los denominados ‘decretos de aniquilamiento’.”

Durante la presentación en Azopardo, Piumato se explayó sobre la necesidad de «visualizar la injusticia jurídica» que pesa sobre la señora de Perón cerrando las causas que la mantienen alejada de su Patria. En ese sentido declaró: “Para resarcir su pasado y para que transcurra en paz el atardecer de su vida”. Y enfatizó sobre la importancia de hacer justicia en el país a través del caso Isabel: “Una Nación no puede ser digna de llamarse República, cuando sus hijos deben padecer exilio por causas judiciales politizadas fundadas en argumentos esgrimidos por la propia dictadura militar, atentando contra la Memoria, Verdad y Justicia que todos los 24 de marzo decimos reivindicar”. Y destacó que “el propio fiscal Strassera calificó la persecución contra la señora Perón como un ‘mamarracho jurídico‘”.

En consonancia con lo que sucede en estos días en torno al escándalo de la droga adulterada que matara rápidamente a decenas de personas, el sindicalista recordó el pensamiento de la ex presidente sobre el tema en 1974: “Ay del futuro de los hijos de nuestra Patria, cuando los centros de poder le introduzcan la droga hasta en la misma escuela, ese día ya no estará en juego la libertad de la Patria, sino se debatirá algo mucho más profundo que es la libertad misma de la conciencia del ciudadano” . Partiendo de esa cita expresó: “me da la sensación que ese es el caudal ideológico profundo de una causa nacional que no está muerta y tiene que renacer. Y una de las formas de renacer es cerrar con la verdad histórica estas infamias, que entre otras cosas, transformaron a Isabel Perón en una proscripta en su propia Patria; encarcelada por la dictadura y proscripta por la democracia”.

Sobre los fundamentos del pedido, el líder del sindicalismo judicial y de esta iniciativa precisó que son “firmes” y que seguirán incorporando material gracias al trabajo de investigación del joven abogado, escritor y biógrafo de Isabelita, Diego Mazzieri, y se refirió a un “desandar claramente la verdad de la milanesa”. Además resaltó: “Hay una sentencia firme de la justicia argentina que habla de las tres A y que hace responsable y jefe de la triple A a José López Rega pero no hay nada que involucre a Isabel Perón dentro de esa organización que formaba parte de una estrategia de pinzas desde la derecha y la izquierda peronista para impedir que el proyecto de Perón que era el pacto social, el desarrollo productivo y la unidad de los argentinos pudiera hacerlo.” 

En tiempos de nuevas negociaciones con el FMI, Piumato se refirió también al boicot económico que recibió Isabel durante su gobierno para desarmar su gestión y objetivos fieles a las ideas de su difunto marido: “Era una Argentina no endeudada; no tenía el drama de la deuda externa, deuda externa que fue el regalo brutal que nos dejó la dictadura y para lo cual tuvieron que eliminar tantos miles de trabajadores, porque el centro de la represión no era la subversión armada sino la resistencia de los trabajadores organizados al plan Martinez de Hoz. Esa es la verdad. El centro de la dictadura no está en el comunicado del 24 de marzo, sino en el discurso del 2 de abril de Martinez de Hoz, donde queda claro que ellos no venían a eliminar a la subversión  porque ellos eran la máxima expresión de esa subversión. Ellos venían a dar vuelta la página económica y social de la historia argentina”.

“A la presidente derrocada tenemos que sacarle el oprobio de ser proscripta en su propia tierra” subrayó. Además, sorpresivamente, enalteció la figura del ex presidente radical Raúl Alfonsín al decir que “hay una ley reparadora de Isabel Perón que dicta Alfonsín en su gobierno y que está vigente, no fue derogada; no fue declarada inconstitucional. Ahí reivindica todo lo que tuvo que pasar Isabel como presidenta en ejercicio y luego derrocada, pero lo seguía siendo porque nunca renunció a ese cargo durante los años que fue mantenida en cautiverio. En 2007 sin que existan elementos nuevos que lo justifiquen y dejando claro que fue una persecución política aparecen estas cuestiones” declaró en la sala de prensa de Azopardo. Y enfatizó: “Hay jueces que no sintetizan lo más puro y honesto de la justicia argentina” en referencia al juez Oyarbide. No obstante aclaró que no iba a decir demasiado «porque ya ha muerto», aunque lo señaló como “funcional a los pedidos que recibía de la política”.

En el marco de las acusaciones que surgen en el 2007 contra Isabelita sobre las que ella tuvo “una actitud venerable de silencio y resignación”, Piumato resaltó que fue cuando ella tenía pensado volver para instalarse en Argentina. Una hermana había muerto y heredó su casa en Mar del Plata. Su idea era regresar para vivir tranquila su ancianidad, no para hacer política. Al respecto dijo: “ahí le armaron eso; no se sabe quién le avisó pero si no, la hubieran metido presa al llegar a Ezeiza”. Y acusó que estas medidas son parte de las maniobras de quienes “quieren destruir la herencia del peronismo como los que le inventaron una hija a Perón”.

Para remarcar que no existen fundamentos sólidos para condenar sobre nada a Isabel, el abogado sindicalista expuso algo crucial en defensa de la ex presidente: “En la histórica causa 13/1985 (Juicio a las Juntas Militares), prestaron declaración más de novescientos testigos, entre ellos ex funcionarios, religiosos, militares, civiles, periodistas, etc., y nadie en absoluto, señaló al gobierno constitucional de la Señora MARTÍNEZ DE PERÓN como responsables de ningún crimen propio al terrorismo de estado. De hecho, el propio fiscal Dr. Julio STRASSERA, mencionó que tras el golpe de 1976 la siniestra organización anónima y clandestina llamada Triple A, había dejado de operar porque sus ejecutores se habían integrado al estado durante el gobierno de facto. El mismo gobierno de facto que mantuvo secuestrada ilegítimamente por más de cinco años a la Presidente derrocada, verdadera víctima y no victimaria”.

Y prosigue en el marco de la afirmación de que la organización paramilitar no surgió de la costilla de Perón sino del pulmón de sus enemigos dentro de las Fuerzas Armadas: “En la también histórica causa Triple A s/ asociación ilícita que tramitó en el Juzgado Federal en lo Penal N°5 a cargo del Dr. IRURZUN, procesó a los autores del secuestro del ex Diputado Nacional Julio BÁRBARO. Los procesados fueron el General Otto PALADINO, Aníbal GORDON, Alejandro ENCISO, Eduardo RUFFO y otros, lo que demuestra que el brazo operador fueron sicarios y asociaciones ilícitas castrenses”. Para solventar tal argumento manifiesta que: “Va de suyo que el gobierno constitucional cumpliendo  con los deberes de funcionarios públicos denunció la existencia de la Triple A, y fueron las FFAA quienes no permitieron se investiguen los hechos”.

Asimismo, el gremialista que estuvo acompañado por Diego Mazzieri y la Licenciada Iciar Recalde, recordó que las acusaciones posteriores al año 2000 que pesan sobre Isabel no tienen solidez jurídica pues “para que algo que está olvidado y archivado se reactualice tiene que tener elementos nuevos de prueba que justifique la acusación. Y acá no lo hubo”. En este sentido subrayó que esto queda claro por la Audiencia Nacional de España en la sentencia que resolvió denegar su extradición “en donde se promulgó sobre el fondo del asunto de manera muy categórica en el mismo sentido que invoco”.

La invocación de la defensa de Piumato a la sentencia española describe: “En primer lugar, oponen como obstáculo la citada ley 23.062 concluyendo que ‘la misma continúa vigente y apenas supone un inicial obstáculo para la entrega extradicional derivado del propio ordenamiento del Estado requiriente’. Y, ya sobre el ‘fondo del asunto’ y refiriéndose al fallo del entonces titular de este juzgado que decidió su extradición: ‘no hemos encontrado, en lo sustancial, y en relación con los que constituyen el núcleo de los que, en concreto, se atribuyen a la reclamada, nada que no hubiera cuando se archivaron con anterioridad las actuaciones, porque, si lo que se le imputa es una cooperación con la ilícita asociación Triple A, esa cooperación ya podía presumirse, según la información que aporta la referida resolución del 26 de enero de 2007, con los datos que había en la causa cuando es archivada’, dejando ver la clarísima persecución en su contra”.

En definitiva, la petición busca revertir la injusticia de la infamia que lacera la vida de una mujer y la memoria de un pueblo engañado y saqueado material y espiritualmente. Un perjuicio que sirvió para utilizarla perversamente como chivo expiatorio a través de un argumento falaz: la justificación para un golpe de Estado que se presentó como salvador de un caos del que, quiénes lo organizaron fueron parte. Para eso le hicieron una encerrona política por la cual fuera fácil desestimarla desde ese momento hasta hoy. El objetivo era ahondar en sangre, miseria y colonización mental al pueblo que había elegido por amplia mayoría la fórmula Perón- Perón.

Es por ello que la petición concluye con una frase de Schiller que prologa el epílogo: “El más grande de los males es la culpa” dice el escritor en la frase final de La novia de Messina. En ese marco el escrito judicial precisa: “Y eso es lo que ha pasado con Isabel PERÓN, se le atribuyen culpas de todo tipo, se le iniciaron juicios arbitrarios y se la condenó a un ostracismo que está por llegar al medio siglo. Sus seis años de cárcel en Argentina, donde no denunció a nadie y se hizo cargo de todo. Su silencio monacal en España. Ambas actitudes muestran un rasgo distintivo: la resignación. Esta virtud típicamente cristiana de saber soportar sin quejarse en función de un bien mayor es la que signa la vida de esta mujer sola. Aquello que no se puede remediar hay que soportar y eso es lo que hizo Isabel Perón, tanto en su cárcel como en su recoleta vida en Madrid. Se dio cuenta que la gente que la rodeaba no era buena y que los miembros de la Junta Militar tampoco lo eran, entonces tuvo un solo camino: el recogimiento y la resignación. La justicia argentina debe contemplar su situación jurídica y cerrar todas sus causas para que llegue en paz, tranquilitas ordinis, al atardecer de su vida. Es que las causas judiciales abiertas no dejan en paz a la conciencia moral de ningún varón o mujer medianamente justo.”

Para NCN, por Silvina Batallanez