27 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

La fiebre chilena llegó a Colombia y presionan a Duque para que entregue el poder

No se entiende muy bien que es lo que está pasando actualmente en todo Latinoamérica, pero lo que si es seguro es que la región está convulsionada debido a crisis sociales que se han generado por las decisiones políticas implementadas por los gobernantes. Ahora es el turno de Colombia, que desde hace 42 años no vivía un paro general, pero que por estas horas, atraviesa un descontento social generalizado que presiona a su presidente Iván Duque a entregar el poder.


Para muchos analistas políticos, sociólogos y funcionarios de la política latinoamericana, lo que está ocurriendo en la región es orquestado por movimientos organizados de izquierda/socialista/comunista, incluso, ponen en el tapete el nombre de Nicolás Maduro con apoyo de grandes potencias mundiales para llevar adelante «la desestabilización latinoamericana» con el único fin de que América Latina sea nuevamente, gobernada por proyectos e ideas políticas similares y así cumplir el sueño de «la Patria grande».

Sin embargo, hay otro grupo que expresa que esa teoría resulta un poco «novelesca» y que en realidad, la región ha estallado en consecuencia de desigualdad galopante que genera cada vez más pobres.

Primero fue el turno de Chile, en donde las manifestaciones empezaron hace un mes y se tornan cada vez más violentas. Hubo muertos, detenidos, represiones y saqueos, y recién esta semana se han calmado un poco las aguas debido al anuncio de su presidente, Sebastián Piñera de que reformará la constitución chilena con participación de la ciudadanía.

Pero ahora, quienes se subieron a la ola chilena fueron los colombianos, y es así como luego de 42 años sin experimentar un paro general lo ha vuelto a vivir de una manera muy violenta.

Según periodistas de ese país en contacto telefónico con NCN, aseguran que la situación en Colombia es de total tensión, incluso se habla de al menos 3 muertos en las manifestaciones.

Los cacerolazos también se sintieron el todo el país, pero este viernes 22/11 han informado de violentas manifestaciones en los municipios de Buenaventura y en Candelaria, ambos en el departamento de Valle del Cauca (suroeste) que fue donde se produjeron las muertes.

¿Por qué protestan? 

Estas son algunas de las razones de la protesta:

1. El «paquetazo»:

Según los convocantes, el gobierno del presidente Iván Duque prepara un «paquetazo» de medidas que causarán un fuerte impacto económico y social en los trabajadores.

Entre ellas, estaría la propuesta de eliminar el fondo estatal de pensiones Colpensiones, aumentar la edad de jubilación y reducir el salario para los jóvenes hasta ubicarlo en 75% del mínimo, entre otras medidas.

El gobierno ha negado la veracidad de muchas de estas medidas, asegurando que no es cierto que haya presentado al Congreso las reformas laboral y de la seguridad social que denuncian los sindicatos y que todo deberá ser objeto de negociación.

2. La educación: 

A las manifestaciones acudieron también estudiantes de universidades públicas y privadas que se han movilizado en varias ocasiones durante el último año.

Reclaman más inversión en educación y el cumplimiento de acuerdos firmados el año pasado después de más de dos meses de protestas y que incluyen inversiones para las universidades de unos US$1.300 millones.

3. Matanzas de indígenas, líderes sociales y exguerrilleros:

Los manifestantes también reclamaron medidas de protección efectivas para indígenas y líderes sociales, blanco de una ola de asesinatos que se ha cobrado la vida de decenas de ellos desde que Duque llegó al poder, hace 15 meses.

La situación es particularmente delicada en el departamento del Cauca, una región montañosa del suroeste colombiano, que vive sumido en una espiral de violencia por la presencia de grupos armados, disidencias de las FARC, paramilitares y bandas de narcotraficantes.

De acuerdo con recuentos de organizaciones sociales, en Colombia ocurrieron más de 400 asesinatos, líderes sociales, defensores de medio ambiente, activistas y también exguerrilleros de las FARC en los últimos cuatro años.

4. El cumplimiento del proceso de paz:

Las organizaciones sociales también reclaman al gobierno un mayor compromiso con la implementación del acuerdo de paz con las FARC alcanzado en 2016.

En particular, y relacionado con el punto anterior, critican duramente lo que consideran un incumplimiento por parte del gobierno respecto al punto 4 del acuerdo que habla de la sustitución gradual y voluntaria de los cultivos de uso ilícito por otras alternativas de subsistencia para las comunidades más pobres.

Esto, según los expertos, está contribuyendo a la crisis de inseguridad que vive población indígena en el país.

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