27 de abril de 2024

NCN

Para que el ciudadano tenga el control.

Todo listo para el traspaso de la ex ESMA

Después de fracasar por falta de número y no pocas disidencias internas, Pro y el kirchnerismo tienen todo listo en la Legislatura porteña para la cesión de la Ciudad a la Nación de cinco ex centros clandestinos de detención, entre ellos la ex ESMA.

«Tenemos los votos», confirmaron fuentes legislativas y de la Secretaría de Derechos Humanos porteña que encabeza Claudio Avruj. Los 40 votos, indispensables para la aprobación del convenio suscripto por el gobierno de Mauricio Macri y la Casa Rosada, estarían confirmados para la sesión del próximo jueves, afirmaron también sectores del oficialismo.

Se prevé, no obstante, que se repita la oposición del premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, otros organismos de Derechos Humanos no enrolados con el kirchnerismo y algunos diputados díscolos, que temen que con la cesión al Gobierno de los edificios se disuelva también el Instituto Espacio para la Memoria (IEM), que funciona en el edificio de la Avenida del Libertador, y tiene a su cargo la administración de éste y otros ex centros de detención durante la última dictadura militar.

La asistencia de la totalidad de los diputados Pro (en la sesión del jueves 24 faltaron dos) y, sobre todo, del interbloque K (que tuvo cuatro ausencias notables) será fundamental: en esa sesión, el kirchnerismo y macrismo sumaron 37 voluntades a favor del polémico proyecto.

«El proyecto saldrá, lo pidieron ellos y garantizaron que los votos están», afirmó un dirigente macrista directamente involucrado. Para el referente, «Pérez Esquivel está solo en la lucha», aunque reconoció: «es posible que las funciones del organismo no sean las mismas», luego de la aprobación legislativa.

El vicepresidente de la Legislatura, Cristian Ritondo (Pro), impulsará el proyecto en la sesión del jueves, «porque se trata de un acuerdo de gobierno a gobierno, que aprobaremos cuanto antes».

Enojado, Pérez Esquivel apuntó a la jefa del interbloque K, Gabriela Alegre, impulsora del convenio en la Legislatura. «Alegre no es más una militante en Derechos Humanos, sino una partidaria que quiere apropiarse de los derechos humanos», afirmó el titular del Servicio Paz y Justicia.

La semana pasada, el dirigente de derechos humanos definió la situación como «un nuevo pacto de Pro y los K para convertir a la ex ESMA en su búnker». Luego sostuvo que durante la votación frustrada Alegre «invitó» a los empleados del IEM presentes a «un asadito», aunque la legisladora lo negó.

NUBARRONES

El convenio entre la Casa Rosada y el gobierno porteño del cinco de marzo incluye seis edificios dentro de la ex ESMA y otros cuatro: Club Atlético, Automotores Orletti, El Olimpo y Virrey Ceballos, todos en Capital. Según el texto, el Gobierno sostendrá las fuentes laborales del IEM, aunque los organismos no kirchneristas lo descreen.

A pesar del renovado optimismo de macristas y kirchneristas, el tránsito hacia la aprobación no parece ser plácido. Mañana, Pérez Esquivel compartirá una mesa redonda en la Feria del Libro con el escritor Osvaldo Bayer y Martha Vázquez (Madres Línea Fundadora), un acto del IEM que promete contener duras críticas.

También, el bloque kirchnerista tendrá un duro debate en las próximas horas. Aníbal Ibarra, antiguo jefe político de Alegre, se ausentó del recinto al votar, y ni Gabriela Cerruti (Nuevo Encuentro), ni el ex canciller Jorge Taiana, ni Pablo Ferreyra se enemistaron con los organismos no alineados a la Casa Rosada. «No avalo que el macrismo decida desentenderse de los derechos humanos, tanto como creer que el kirchnerismo es el único garante», advirtió Cerruti.

¿Qué pasará el jueves? En la Legislatura confían en que las presiones desde la Casa Rosada, vía el secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que persuadieron a los díscolos, surtirán efecto. Reconocen que macristas y kirchneristas pagaron un costo por cumplir con el deseo de la presidenta Cristina Kirchner de tener bajo su órbita los espacios donde funcionaron centros de detención, tortura y muerte.

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